Algunas cosas que debemos saber sobre la aprobación de la Ley 21.075, la cual permite regar cultivos agrícolas con aguas grises o recicladas

por Oct 20, 2023Medioambiente

Desde hace más de una década, conceptos como sequía o escasez se han vuelto parte de la vida de cada una de las personas a causa de la evidente crisis hídrica que se ha acentuado en nuestro país con el paso de los años. Aunque han existido campañas por parte de las autoridades para combatir la problemática, las acciones no son concretas, ni mucho menos inmediatas.

Pero luego de varios años en discusión, el pasado martes 10 de octubre se aprobó en la Cámara de Diputadas y Diputados la Ley 21.705. El texto que regula la recolección, reutilización y disposición de aguas grises para fomentar su reutilización en la agricultura se encuentra listo para su promulgación. Aunque sea considerado como un paso sumamente importante para la preservación del medioambiente en Chile, expertos proponen ir más allá.

La crisis hídrica que enfrenta hoy en día el país es algo que preocupa tanto a los expertos como a las personas de sectores rurales. Son ellos principalmente quienes ven día tras día los beneficios que dejan pasar al no poder reutilizar las aguas grises sus cultivos, por ejemplo. Sin embargo, hoy existen diversos mecanismos que están a la mano. Chile está tratando de avanzar, pero al mismo tiempo la información, la voluntad política y los recursos escasean ante una opción realmente innovadora.  

“Cada vez que tomo un vaso de agua, imagino que en el futuro eso va a valer millones y que probablemente hoy, como es un recurso al que tenemos fácil acceso, nadie lo valora realmente”, afirmó Vicente Pérez, cofundador de Aqua Roots (@aquarootscl), la empresa chilena dedicada al tratamiento de aguas contaminadas a través de microorganismos.

Fotografía extraída de «El Ágora: el diario del agua».

¿En qué consiste el proyecto?

La ley se refiere de manera exclusiva a las aguas grises, definidas como “aguas servidas domésticas residuales provenientes de las tinas de baño, duchas, lavaderos, lavatorios y otros, excluyendo las aguas negras”, las que también pueden ser definidas como “aguas residuales que contienen excretas”. Al no tener un sistema adecuado de reciclaje, se considera como agua perdida que podría utilizarse perfectamente para otros fines, sobre todo dentro del contexto de crisis hídrica por el que está pasando Chile. Pero en este caso en particular, la propuesta define explícitamente el uso silvoagropecuario, incluyendo el riego de los cultivos agrícolas, especies arbóreas o arbustivas frutales y cereales, cultivos industriales, viveros; cultivos de plantas leñosas y cultivos ornamentales, cultivo de flores, praderas o empastadas y producción de semillas.

La ministra de Medioambiente, María Heloisa Rojas, afirmó que la norma está pensada en los pequeños agricultores, con el objetivo de regularizar el proceso que permita reutilizar sus aguas domiciliarias. Y aunque esta no sea la solución hídrica a nivel nacional, aseguró que es un gran paso para avanzar en la la búsqueda de nuevas fuentes de aguas. 

Por otro lado, establece que el Ministerio de Agricultura es el encargado de determinar los lineamientos para la implementación de los proyectos de aguas grises en este caso, velando por el cumplimiento de las medidas que se ha entregado a la autoridad sanitaria regional y a la Superintendencia de Servicios Sanitarios. Es así como aquellos encargados del desarrollo de los sistemas de reutilización de aguas grises tratadas para este fin serán obligados, durante el primer año, trimestralmente, a rendir cuenta ante la Comisión de Agricultura del Senado y de la Cámara de Diputadas y Diputados, detallando el uso de los fondos destinados a la implementación del sistema para cuidar el uso de los fondos fiscales.

Por último, las modificaciones legislativas a la Ordenanza General de Urbanismo y Construcciones deberán realizarse en el plazo de un año desde la publicación de la Ley 21.705 en el Diario Oficial, estableciendo los criterios técnicos que deberán cumplir las aguas grises tratadas para el riego silvoagropecuario.

Fotografía extraída de «Diario El América»

La discusión que se dio dentro del Congreso apunta a ir más allá 

Nuestro país cuenta con 277 comunas en estado de emergencia agrícola a causa del déficit hídrico que hoy enfrenta el territorio chileno. En esa línea, diversos legisladores debatieron al respecto, acordando que es imprescindible tomar medidas proactivas para garantizar la disponibilidad del agua en la zona, en conjunto con el desarrollo de fuentes alternativas para la agricultura. Aunque sea un avance, un grupo de legisladores consideró que no existe la infraestructura necesaria para la reutilización plena de las aguas. Además, se planteó la necesidad de reabrir la discusión sobre una futura reforma al Código de Aguas.

Reiteraron la importancia de la implementación de nuevas políticas públicas que resguarden el agua como un bien nacional, indicando que la utilización de aguas grises es una oportunidad para reducir en más de un 30% el consumo de agua potable. De tal manera, las aguas grises que hoy se desperdician también podrían ser utilizadas para regar plazas y parques. A su vez, algunos de los legisladores que fueron parte del debate, indicaron que el proyecto es solo paliativo y no da soluciones reales a la crisis hídrica del país, fijando un marco normativo mínimo sin hacerse cargo del desafío completo, que significa el tratamiento de aguas servidas, por ejemplo.

Fotografía extraída de la página web de Saguapac.

Puntos clave a considerar 

Aunque esta ley sea el comienzo de algo nuevo, no es suficiente y las cosas deben replantearse nuevamente a través de la implementación del uso de nuevas tecnologías, rediseñando la manera en la que se hace agricultura en Chile, según Vicente Pérez, ingeniero comercial y cofundador de Aqua Roots. Por otro lado, afirma que la ley debe ir más enfocada en que las instituciones cumplan con su trabajo y no a las personas, porque les cargan responsabilidades que no les corresponden dentro del deterioro que se ha generado en el medioambiente.

Aqua Roots es una de las varias empresas que se dedican a la implementación de sistemas de reciclaje de aguas grises en Chile (@aquarootscl). El equipo concuerda en que la educación es lo más importante para entrar a concientizar sobre el uso correcto del tratamiento de aguas grises. “La entrega de información y la posibilidad de las personas de tener acceso a la información de valor con respecto a la reutilización de las aguas grises y debe ser de manera gratuita y fácil. En este caso, se podrían hacer campañas en diferentes instituciones para visibilizar los beneficios de reutilizar las aguas grises y negras”, afirmó Vicente Pérez, socio de Lucas Cabral, quienes realizan sus servicios de manera mensual a sus clientes (hogares y empresas) en las comunas de El Quisco y Casablanca, principalmente.

Específicamente, entregan un servicio mensual de limpieza de aguas contaminadas a través de microorganismos vivos y en estado acuoso, destacando dentro del mercado al no trabajar con enzimas secas que se mezclan con aguas u otras cosas. Son el complemento ecológico perfecto para un sistema de reciclaje de agua, como plantas de tratamientos, generalmente. A su vez, trabajan de manera preventiva y no reactiva para ahorrarse complicaciones y crear soluciones sostenibles a largo plazo para mantener la tranquilidad del entorno.

Actualmente, la empresa ofrece el servicio diferenciado entre aguas grises y aguas negras. Primero, realizan una evaluación previa para analizar en dónde colocarán sus microorganismos para limpiar ambos tipos de aguas y dejarlas aptas para el riego. Por medio de su actividad biológica (aeróbica y anaeróbica) se encargan de consumir grasas, aceites y lodos para mitigar los problemas relacionados con las aguas grises de manera ecológica. Es así como se rigen bajo la norma chilena sobre requisitos de calidad del agua para diferentes usos (NCh 1.333).

Fotografía extraída de la página web de la Oficina de Estudios y Políticas Agrarias.
Afirman que Chile sí puede llegar a concretar un sistema de tratamiento de aguas contaminadas de tal magnitud y más grande que solo hacerse cargo del sector silvoagropecuario, indicando que se podrían realizar proyectos pilotos en zonas de mayor riesgo para generar un prototipo escalable y así abarcar más zonas. Aunque sea difícil, y de seguro podría tomar muchos años, no es imposible.

“Lo que lo impide es la desinformación, lo amplio de la ley y la falta de organismos e instituciones competentes respecto al tema del reciclaje de aguas”, afirmó Vicente Pérez. Dentro de la Ley se observan quejas sobre la falta de regulación de lo que se ejecuta dentro de las zonas rurales respecto al cumplimiento con fosas o plantas de tratamientos en hogares. “El SAG hace su trabajo, pero no promueven las alternativas más sostenibles, son meros fiscalizadores”, señaló Pérez.

Finalmente, políticas públicas como estas en conjunto con el trabajo de concientización social son las que pueden enfrentar con convicción la crisis hídrica que hoy vive el país. Se ha visibilizado la manera en la que cada persona busca maneras efectivas para ahorrar agua y reutilizarla en su propio hogar. “Nosotros conocemos muchos sistemas de reciclaje de agua porque hablamos con las personas mes a mes a través del servicio que entregamos, y ellos nos van contando lo que hacen en sus casas. Algunos aprovechan el agua de las lluvias, de las canaletas, y los que viven cerca de la costa tienen captadores de vaguada costera para aprovechar el H2O de ella. Hoy en día Chile se las está ingeniando de manera local, personal y familiar para utilizar el agua, pero sería muy interesante ver esto mismo en cosas más grandes, como las empresas agrícolas”, concluyó Pérez.

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