Chilenos logran el séptimo ascenso al volcán Corcovado en la historia

por Oct 19, 2024Outdoor, Rostros del cambio

La idea surgió con un mensaje de Víctor Zavala quien le propuso a Roberto Mayol un plan poco común: llegar a la cumbre del volcán Corcovado. Víctor sabía que en 2022 Roberto y Camilo Novoa ya lo habían planeado, sin poderlo llevar a cabo, por lo cual la nueva propuesta fue recibida con brazos abiertos. Estaban decididos: terminarían la expedición que previamente solo se había logrado seis veces en la historia.

Ubicado en la Región de Los Lagos, provincia de Palena, el volcán Corcovado es conocido por su silueta puntiaguda y su entorno poco explorado, donde la naturaleza se mantiene indómita. Su cima alcanza aproximadamente los 2.300 metros de altura y se encuentra rodeado de un inmenso bosque que añade una alta complejidad para ser recorrido. 

El trayecto comenzó navegando aproximadamente tres horas, desde Chaitén hasta la playa rocosa a los pies del volcán, donde el Golfo del Corcovado se encontraba con tierra firme. Desembarcar no fue fácil, el bote fue constantemente empujado por las olas, que terminaron por inundar y empapar los bolsos, pese a estar protegidos. “Estas olas que eran chiquititas rompían como un campanazo”, afirmó Roberto Mayol, quien lamentablemente en el desembarco sufrió un accidente, quedando atrapado entre las rocas y el bote. 

“Es difícil dimensionar el nivel de compromiso que requiere cualquier cumbre que sea tan aislada o de difícil acceso, con una logística tan grande”, comentó Camilo Novoa. Para él, el desafío no solo fue físico, sino que también personal, ya que tuvo que suspender gran parte de su trabajo durante un mes para poder planificar este viaje, sin certeza de cuánto comenzaría y cuánto tiempo tomaría. “No teníamos un plazo fijo. Si el botero no podía rescatarnos de la playa, podíamos quedarnos varados hasta una semana, esperando a que el clima mejorase para que nos pudieran venir a buscar”, explicó Camilo subrayando la complejidad del trayecto.

 

Créditos: La Cordada.

El compromiso fue algo también destacado por Víctor Zavala, quien agregó que: “Es un sacrificio, no solo de tiempo, sino que también económico. No es un cerro que podamos decir que es barato. Uno está ahí y dice; tenemos que aprovechar”.

En conquista de terreno hostil 

Fueron cuatro días de ascenso, más un día de bajada. Durante este periodo realizaron tres campamentos intermedios, dos de ellos en modalidad vivac, es decir sin carpa, debido a que no había espacio para poner una en el lecho del río o entre el bosque. Ello les significó confiar en la protección de un saco y una funda para cubrirse, enfrentados al frío y la inesperada lluvia de la primera noche. Para el tercer día, ya en laderas nevadas, pudieron armar una plataforma y así protegerse mejor del clima dentro de la carpa.

El cuarto día era el día clave. Con buena meteorología, poco viento y sin nubes, era el elegido para lograr el objetivo de la cumbre. Fue un ascenso técnicamente complejo, con escaladas verticales en hielo y hongos de nieve que desafiaban la gravedad. Cada uno de los tres cumplía su rol, turnándose las escaladas, hasta que finalmente a las 13:30 lograban su cometido. Llegaron a la cumbre. 

Créditos: La Cordada.

Cohesión y trabajo en equipo 

A pesar de los múltiples desafíos, el grupo demostró una gran unión y compañerismo que los llevó a cumplir su meta. La ascensión no estuvo exenta de contratiempos, Camilo sufría de una tendinitis en ambas muñecas producto del uso del machete en el bosque. Roberto lidiaba con su dañado pie producto del desembarco y Víctor se congelaba porque tenía todo su equipo mojado.

“Tuvimos nuestros problemas, pero nos seguimos animando y echando para arriba. Justamente para llegar a la cumbre, fue que definimos una estrategia, para poder superar las dificultades y cada uno poner de su parte”, sostuvo Zavala, quien riendo agregó que durante la primera noche en un momento pensó que si alguien estaba complicado y quería abortar misión, “él bajaría feliz”. Por suerte, nadie siquiera lo esbozó. El grupo mantuvo su determinación y con cada paso desafiaron el cansancio, el clima y sus propios límites, hasta llegar donde se habían propuesto. De esta forma lograron concretar un hito histórico al ser la séptima cordada que lograba llegar a la cumbre de este icónico volcán.

Créditos: La Cordada.

Créditos: La Cordada.

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