Christopher Timmermann, neurocientífico: “Con los psicodélicos la gente llega a la conclusión de que nosotros también somos naturaleza”
Los últimos años ha crecido el interés de la ciencia por develar los misterios de la mente a través del uso de sustancias psicodélicas. Actualmente el neurocientífico chileno, Christopher Timmermann, estudia en el laboratorio del Imperial College en Londres los efectos de compuestos como el DMT (dimetiltriptamina) en la salud mental. Otra consecuencia que ha reportado la evidencia científica reciente sobre el uso de estas sustancias es la posibilidad de reconectar con la naturaleza, lo cual trae soluciones muy interesantes para enfrentar la crisis ecológica, pues, si para ello necesitamos cambiar nuestras conciencia y cambiar nuestra forma de habitar el planeta, los psicodélicos podrían tener la respuesta que nos faltaba para volver a sentirnos parte de esta red colaborativa que sostiene la vida
¿Cómo llegaste a este mundo? (psicodelia, neurociencias, etc)
De mi interés por entender la mente y la conciencia, dentro de ese contexto la psicología terminó siendo un camino viable para entender eso. Estuve muy inspirado por el trabajo de Francisco Varela, un neurocientífico, biólogo, filósofo y matemático chileno. Llegué así a esta idea de que la conciencia y la mente no solo habitan en nuestro cuerpo, sino también en nuestras acciones y en el medio ambiente, por tanto hay una interdependencia muy fuerte entre estos contextos que hacen una mente.
Si bien tenemos una conciencia individual que está muy condicionada por nuestro mecanismo cerebral, el cuerpo juega una función fundamental en lo que es la conciencia, y también el medio ambiente y nuestras acciones con otros. Finalmente, la mente es algo que se encuentra altamente dependiente con estos sistemas más amplios.
Y dentro de este contexto, los psicodélicos aparecieron como una forma de entender esta idea de conciencia situada en contextos amplios. Eso es lo que se hace evidente en una experiencia psicodélica, y hace que la gente comience a valorar más los contextos naturales en los que se encuentra como una parte fundamental de la vida. La gente llega a la conclusión de que nosotros también somos naturaleza, de que no estamos realmente alienados sino que somos parte de la naturaleza. Tenemos una interdependencia fundamental con el entorno.
¿Le podemos llamar a esto un despertar de conciencia ecológica?
Exacto, una conciencia ecológica, y también los resultados indican comportamientos pro ecológicos, o sea, la gente no solo empieza a sentir una resonancia con el mundo natural, sino que empieza a sentir una necesidad de actuar para cuidar el medio ambiente, algo que es super interesante en estos momentos de crisis ambiental. Yo creo que la pregunta importante ahí es también empezar a entender qué son esas acciones eficientes y efectivas para el cuidado del medio ambiente y en qué nivel tienen que suceder: individual, social, político, económico. Son preguntas complejas a las que nos enfrentamos, pero desde un punto de vista del individuo, me parece importante esa conciencia ecológica que puede empezar a surgir a partir de la experiencia psicodélica.
Los psicodélicos y la naturaleza tienen un especial potencial en sanar ciertas enfermedades muy comunes en la sociedad que vivimos, como el estrés, ansiedad, estrés postraumático, y a la vez las mismas experiencias en la naturaleza promueven estados de bienestar. Son un círculo virtuoso ¿Cómo podemos explicar eso?
Exacto, es curioso, al parecer son ambas cosas, y pareciera ser que el factor – que parece ser bastante común según la evidencia- en la relación con la naturaleza, el tratamiento en depresión, ansiedad, adicciones y los efectos prosociales que parecieran tener los psicodélicos, parecen estar subyacidos a este aumento de conectividad, de conexión. Y esa conexión se ha medido con una conexión son sigo mismo, con re encontrarse con sigo mismo, con el cuerpo de uno; una conexión con los otros, relacional e intersubjetiva y esta sensación de relación con el mundo, una perspectiva única que también se ve manifestada en una conexión con la naturaleza.
Y lo que pareciera estar ocurriendo es que a medida de que nosotros vamos desarrollando un sentido de individualidad, marcado por las condiciones sociales en las que estamos, vamos cristalizando ese sentido del yo, el sentido del ego, en concepciones cada vez más acotadas. Y de acuerdo a ciertas teorías de la ciencia actual, como también ciertas corrientes de budismo, por ejemplo, la idea del yo, de un ego, es una ilusión, es un cuento que nos contamos, un modelo que nos sirve para actuar en el mundo.
Lo que estas experiencias parecen revelar, es que esta sensación de un ego es una construcción y que realmente este ego y yo es dinámico y se va adaptando a cada situación y lo que subyace a esto es precisamente que hay una interdependencia muy fuerte entre estos distintos sistemas que hacen nuestra vida y es en esta reflexividad del ego, del yo, que parecieran aparecer estas oportunidades de conexión en que la gente se siente capaz de algo más grande, de empatizar con otros, o encuentra un propósito en algo más grande: ya no lo abarca a él o ella, sino también a su sistema natural.
El uso de plantas u hongos psicodélicos no es algo nuevo, los utilizaban culturas ancestrales, que tenían además estas conciencias de interdependencia muy instaladas ¿Nos toca quizás regresar y cambiar la dirección de nuestra sociedad?
Claro, yo creo que es difícil entender si hay una concepción de estas culturas que es común a todas ellas, yo creo que ahí uno puede incurrir en una falacia un poco esencialista o simplificadora, pues hay una diversidad muy fuerte cultural en las distintas poblaciones indígenas y mestizas en América Latina. Lo que sí parece ser común es que el uso de estas sustancias o plantas, tiene distintas manifestaciones en distintas poblaciones. Es un poco inconcluso si ese uso de plantas fue masivo, fue acotado o si fue en cierto periodo de tiempo. Lo que sí parece ser común de nuevo es que se utilizaban en ciertos tipos de contexto ritualescos, en estas instancias excepcionales en que pareciera favorecer esta idea del animismo. Estas experiencias parecen favorecer el contacto con un mundo espiritual que está muy conectado a la naturaleza.
En ese contexto hay algo que pareciera ser similar y por otro disimilar con lo que las personas occidentales viven. Pareciera que es lo común, esta conexión con la naturaleza, pero si esa experiencia es catalogada con un don espiritual o de espíritu pareciera varias dependiendo del contexto cultural e histórico de la persona que tiene la experiencia.
Cómo es trabajar eso en la ciencia tradicional y europea, con conceptos que son difíciles de explicar a través del lenguaje racional o algunos que parecieran ser muy ajenos al pensamiento científico, como espiritualidad, misticismo, etc.
Lo que ha hecho la ciencia dedicada a la investigación con psicodélicos es empezar a entender la idea de la espiritualidad desde la psicología, o sea, validarla como una experiencia que la gente puede tener en distintos estados no ordinarios de conciencia, es más allá de darle una validez de realidad, a que realmente se está develando un mundo espiritual por ejemplo, sino como experiencias que la gente tiene. Por lo tanto se desarrollan instrumentos para medir lo que es una experiencia mística, o medir lo que es una conexión con la naturaleza.
Otros aspectos que encuentro muy lindos que se están develando con el desarrollo contemporáneo de la investigación con psicodélicos es la importancia central que se le da a la experiencia para vivir estos procesos de cambio. Entonces la idea de la psiquiatría convencional, que uno tiene problemas cerebrales o descompensaciones químicas que se rectifican con el uso de medicamentos casi de una forma pasiva, también cambia. La ciencia y medicina psicodélica viene a enfatizar -por lo menos los resultados preliminares que estamos teniendo- que no es solo el efecto de un fármaco que actúa automáticamente en el cerebro y que genera estos cambios, sino que el fármaco favorece estos mecanismos de plasticidad que luego son aumentados o favorecidos por experiencias particulares, y son esas las que van a determinar si esas personas van a presentar mejoras en depresión, ansiedad, alcoholismo, tabaquismo o todos los ámbitos que se están viendo.
En ese sentido, abre un campo en que ya el foco no es solo el cerebro, sino que pasa a ser el cerebro y la experiencia, y más aún, más importante, es que la terapia psicodélica no ocurre como un proceso aislado en que la gente se toma una pastilla y nos olvidamos de eso, sino que también hay un proceso interpersonal, en que hay un terapeuta psicodélico en sesión con la persona. Entonces ya no es el cerebro y la experiencia, sino el cerebro, mi experiencia y la relación que existe con un otro en sesión: la guía, el terapeuta y, en contextos más tradicionales, el chamán.
¿La persona se vuelve protagonista activo en el proceso de sanación, o no?
Exacto, se busca favorecer mecanismos internos, los recursos del paciente o del usuario en su contexto para generar estos mecanismos de transformación. Estos procesos que al final son procesos existenciales, muchas veces la salud mental tiene que ver con un proceso existencial más grande, un camino vital. A mi me parece que la experiencia psicodélica va a catalizar estos procesos existenciales, y favorecer que este camino tenga mayor flexibilidad y que a la gente le permita darse cuenta.
¿Qué son estados no ordinarios de conciencia?
Tienen que ver con experiencia son habituales, experiencias que están marcadas por una globalidad de alteraciones, algo distinto a lo ordinario que usualmente experimentamos día a día. Dentro de los estados no ordinarios de conciencia, existen experiencias positivas y negativas, es un rango experiencial bastante amplio que no es automático, es algo que se puede alcanzar ya sea por experiencias místicas de forma espontánea; experiencias cercanas a la muerte o casos de respiración, en que la gente por medio de técnicas de respiración busca generar estados alterados bastante comunes, y el uso de distintas sustancias, incluídas sustancias psicodélicas. Hay otras experiencias de estados no ordinarios como experiencias de asombro, o experiencias cumbre, que muchas veces suceden cuando la gente se encuentra en situaciones sorpresivas. Al escalar un cerro y encontrar un paisaje increíble y uno se siente más pequeño, o lo que puede sentir una persona cuando va al Desierto de Atacama y ve por primera vez el cielo iluminado, siente que su sentido de ego se achica frente a esta inmensidad..
Si, es bien interesante porque en general siempre está la naturaleza de por medio, de alguna manera nos hacen bajarnos como humanos de este ego, del “solo yo”, de que somos lo más grande e importante del mundo.
Sí, son parte. Hay experiencias, por ejemplo, de ayahuasca, en que nosotros hemos hecho un par de estudios viendo eso: que aparecen forever una sensación de comunidad, una sensación de humanidad compartida.
Podemos pensar esta idea del ego como una jerarquía, entonces en un nivel basal, que está muy implícito y no nos damos cuenta, está la interdependencia con estos sistemas más amplios como la naturaleza; en un nivel distinto está la del ego como un ego humano que comparte ciertos caracteres de la humanidad con otras personas, y después la idea del ego personal, del “yo” que hago y que tengo este cuerpo. Estas experiencias de humanidad compartidas parecen corresponderse y se va derribando este primer nivel de la jerarquía, la identidad personal, y se empieza a adquirir un sentido de comunidad con otros seres humanos y nuestros aspectos comunes.
¿Cuando trabajan en este tipo de terapias es de manera colectiva o individual? ¿Es una vez? Últimamente se habla harto de la microdosis, también he escuchado que ya no son tanto la microdosis sino las experiencias trascendentales las que funcionan ¿Cómo es?
La evidencia contemporánea indica que en dosis grandes, macrodosis no microdosis, tienen en común estas experiencias místicas, de inside psicológicos, este darse cuenta sobre nuestra vida y nuestras relaciones, que nos dan soluciones y luego experiencias de catarsis. En el caso de las microdosis, están asociadas a alteraciones más leves de la conciencia y para esas no tenemos muy buena evidencia para ser honestos de que funcionan o que generan un cambio importante en la salud mental o bienestar de la personas, yo creo que tenemos que hacer mejores experimentos aun, mejorar nuestros diseños experimentales para corroborar esto.
¿Esto es para cualquier persona? ¿O solo ciertas personas o ciertos neurotipos en específico pueden ocupar este tipo de terapias? ¿Cómo funciona?
Es un muy buen punto. La mayoría de la investigación actual se ha hecho con participantes que si bien pueden tener una depresión o cuadros de ansiedad importante o incluso adicciones, usualmente no presentan rasgos de esquizofrenia, por ejemplo, o incluso tampoco tienen un familiar de primer grado que haya tenido en el pasado,. Esto, pensamos nosotros, se relaciona mucho al hecho de que estas sustancias y estas experiencias se asocian a una plasticidad mental muy fuerte, que muchas veces llamamos entropía o caos en términos de actividad cerebral, y para eso se requiere un cierto grado de estructura cerebral importante. En ese sentido, nos ha brindado buenos frutos en términos de seguridad, no hemos tenido ningún caso de brote psicótico en los -probablemente- 20.000 participantes de la investigación contemporánea con psicodélicos.
Es contraindicado en participantes que puedan tener cuadros de esquizofrenia, e incluso algunos casos de bipolaridad, donde hay temas maníacos que también tienen algún tipo de relación o manifestación con lo que es la esquizofrenia. En términos de toxicidad es bastante seguro a nivel fisiológico, los riesgos son principalmente a nivel psicológico y tiene que ver con eso casos específicos.
Así mismo están los casos de epilepsia, no estamos seguros si puede presentar un riesgo, hay ciertos motivos para pensar de que si puede haber riesgos, entonces tampoco los admitimos, ya que finalmente estas experiencias, que se asocian principalmente por los impacto psicológicos tienen cambios a nivel de presión o aspectos cardíacos. En cuanto a motivos fisiológicos, no ha habido ninguna muerte con ninguna dosis razonable de psilocibina o DMT en contextos controlados.
¿Hay alguna diferencia entre las experiencias entre LSD, psilocibina y DMT?
Eso aún está por verse, falta mucha investigación, la experiencia de LSD y psilocibina parece ser bastante similar en muchos sentidos, han habido algunos experimentos indicando aquello. En el caso de DMT es un poquito distinto, parece ser que la experiencia para muchas personas suele estar asociada a este encuentro con entidades o seres, es de un carácter inmersivo muy fuerte. La gente siente que está habitando nuevos mundos, nuevas ciudades y eso genera el cambio de estado de conciencia, tiene un carácter un poquito más chocante a nivel de percepción de la realidad, y por eso está muy asociado al uso chamnico de ayahuasca, por ejemplo.
Hay harta información dando vueltas actualmente, se habla harto del “set and setting”, pero algo que no se si he visto tanto es el cómo volver de estas mismas experiencias tan potentes y reveladoras como las que tu mencionas del DMT ¿Cómo es volver a la realidad, a una casa, a la vida, o un trabajo que a veces deja de hacer sentido ¿Cómo se contienen las crisis posteriores? ¿Cómo se puede volver e integrar esas experiencias?
El aspecto de las crisis que se gatillan es super importante de visibilizar, estas ocurren principalmente en contextos no controlados, porque lo que sucede ahí es que ese saber hacer -ese know how-, el set and setting que mencionaste, previene estas crisis y ayuda a manejarlas de la mejor forma posible. Muchas crisis igual dan paso a mejoras en términos de salud mental y precisamente es lo que este saber hacer contemporáneo en relación al uso de psicodélicos, se refiere: a cómo se desarrolla el contexto. Hay sesiones de preparación donde la gente desarrolla intenciones, nivela expectativas, se responden preguntas, se bajan ansiedades, y se permiten ingresar hacia estos temas a trabajar. Luego en sesiones de integración, que suceden después que los efectos hayan pasado, se revisan los aprendizajes, se dialoga en relación a qué tipos de revelaciones ocurren, si estas tienen un impacto o no; cómo manejar esas revelaciones, y también se le ayuda a desarrollar un proceso de cautela para manejar estos nuevos conocimientos con ligereza. Yo creo que una de las cosas que aún nos queda por hacer en la ciencia psicodélica es entender precisamente qué es lo que permite el cambio y la transformación positivo a nivel psicológico
Tenemos evidencias de que estas experiencias generan estos cambios, pero parece ser que es esta posibilidad de abstraerse un poco del vivir cotidiano para explorar distintas opciones a nivel experiencial lo que nos empieza dar libertad para vivir con más aire y espacio. Es este proceso experiencial que tiene un fineza, un cosa delicada el cual se potencia mucho en estos contextos controlados, y la figura clave ahí es la del terapeuta, del chamán, del otro, ese otro que ayuda a la persona a navegar estos proceso más complejos de la experiencia psicodélica.
Como lo describes son proceso más paulatinos o sostenidos en el tiempo ¿O no?
Exacto, el riesgo de que esta revelación mística o espiritual se convierta en un bypass espiritual puede ser común en algunas de estas personas, y empiezan a olvidarse que tienen desafíos en la vida cotidiana, que tienen cosas que trabajar a nivel relacional o a nivel personal biográfico. Entonces es importante pensar estos procesos nuevamente como parte del camino existencial que tenemos todos, que vivimos todos, más que como una experiencia excepcional que te va a arreglar la cabeza de un día para otro. Yo creo que eso es lo que a mi parece importante cultivar para la persona que está recién entrando a esto.
Y ese cultivar me imagino que también es más en lo cotidiano, en los hábitos…
Exacto.
¿Entonces necesariamente el uso de psicodélicos debe ser en un espacio controlado o terapéutico o puede tener también un uso saludable en otros contextos?
Esa es una muy buena pregunta. Lo que la evidencia parece indicar es que es en los contextos controlados, clínicos e incluso en algunos más tradicionales, parecieran existir mayores oportunidades de seguridad y eficacia. En contextos recreacionales es un poco menos y también hay más riesgos, eso es importante mencionarlo, nuevamente. Hay que darle un espacio para contener la experiencia y eso no es automático, muchas veces ni siquiera es intuitivo, entonces muchas veces el uso recreacional tiene muchos más riesgos que un uso controlado en estos distintos contextos mencionados.
¿Cómo nos hacemos cargo socialmente? Si nos vamos por el camino de despenalizar, también tenemos que contener estos procesos, porque mucha gente está queriendo acceder y quizás no hay la suficiente información para contenerlo bien…
Yo creo que es precisamente ahí donde está gran parte del trabajo que queda por hacer: darle información adecuada a la gente y buscar formas de reducción de daño. Creo que el aspecto de la educación es fundamental, dar conciencia de los contextos en que esto es más seguro o menos seguro es super importante; y luego también esperar, la evidencia que tenemos aún es preliminar, todas estas cosas muy bonitas de las que hablaba son cosas de las que aún necesitamos más evidencia. También darle espacio a la ciencia y apoyarla, para que podamos seguir haciendo estos experimentos, que de alguna nos van a permitir no solo saber si estas sustancias van a tener un impacto positivos de la salud mental en el futuro, y ayudarnos a reconectar con la naturaleza, sino también entender en qué contextos es mejor realizar esto y en cuales favorecen la seguridad para explorar estos estados.
¿Es posible contener las emociones que genera la crisis ecológica a través del uso de psicodélicos? Pienso que el dolor o la muerte están muy presentes también en la sociedad en que vivimos, estamos experimentando cambios drásticos a nivel ambiental y probablemente los años que vengan sean así también….
Hay algo de trabajo sobre como la ayahuasca ayuda en experiencias de duelo y como también estas experiencias favorecen procesos de entendimiento de individuos para atravesar estos procesos experienciales. Yo creo que gran parte de lo que son las ansiedades que tenemos tiene que ver con la dificultad para pasar por procesos que son parte de la vida: la sensación de pérdida, la tristeza, la vulnerabilidad, el mundo en el que vivimos, que nos exige mucho resistir esos procesos. Lo que las experiencias psicodélicas parecen favorecer, en contextos adecuados, es transitar esos procesos que necesitamos transitar, que son parte de la mente, y parte de lo que es estar vivo. Hacerlo no es un proceso automático, requiere un trabajo, enfrentar y sentir lo que hay que sentir, en ese sentido, creo que los psicodélicos ayudan a transitar y enfrentar los desafíos que tenemos por delante, favorecer el mecanismo de encontrar significado y nuevas historias para enfrentarnos a vida de una forma distinta. Yo creo que pueden existir estas oportunidad para no quedarnos pegados en procesos que nos retienen, fundamentalmente de miedo, y empezar a favorecer mecanismo psicológicos, experienciales, mentales, imaginativos, creativos para transitar esos espacios primero y luego re inspirarnos para vivir la vida con otra mirada
¿Cuáles serían tus recomendaciones para quien lea esta entrevista? Alguna lectura, lugar donde buscar información y espacios seguros para experiencias.
“How Change your Mind” es un buen documental, o hay un libro también, ya traducido al español, “Cómo Cambiar tu Mente” de Michael Pollan que tiene harta información significativa y valiosa. También invitaría a informarse en relación a nuestro linaje ancestral más cercano ya sea por medio del trabajo antropológico y también de próceres chilenos como Claudio Naranjo que han realizado muchos estudios en relación a esto.
En cuanto a los espacios seguros, yo no me encuentro en un espacio, desde la ciencia o la validación de este conocimiento, para hacer recomendaciones. Lo que sí puedo hacer es recomendarle a la gente que se informe bien si es que tiene pensado hacer algo, y reducir los posibles daños. Existe mucha información disponible para leer en internet.
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