El resurgimiento de la rana del Loa: la especie extinta en vida silvestre que sigue luchando por su sobrevivencia en el Zoológico Nacional de Chile

por Ene 18, 2024Medioambiente, Naturaleza

íLa rana del Loa (Telmatobius dankoi) un anfibio descrito por primera vez por el Dr. Ramón Formas en el año 1999, junto con Rhinoderma rufum, es considerada como uno de los anfibios más amenazados a nivel mundial y en Chile se encontraba en una zona bastante restringida en la localidad de Calama en pleno desierto de Atacama al norte del país. Esta especie tenia un hábitat restringido a un canal de regadío aledaño al rio Loa de unos 800 metros de largo por 60 cm de ancho. 

Para 2019, un grupo de investigadores chilenos encontraron los últimos ejemplares del pequeño anfibio en un estado sumamente precario , lo que los llevó a sacarlas de la zona y poner en marcha un plan de traslocación urgente,  Andrés Charrier, herpetólogo miembro del grupo de especialistas de Anfibios de Chile , Gabriel Lobos, doctor en ciencias silvoagropecuarias y veterinarias de la Universidad de Chile en conjunto con Hugo Salinas Magister en Conservacion de la Universidad de Chile y experto en el grupo de los Telmatobius. fueron los encargados del resurgimiento de la rana del Loa: “En estricto rigor, la rana de Loa se extinguió de su hábitat natural y el concepto es que está extinta en vida civi silvestre , explicó Charrier.

En 2019, el Ministerio de Medio Ambiente (MMA) impulsó un proyecto con el objetivo de investigar toda la cuenca del río Loa, desde el sector de Vega Chela cerca del salar de Ascotán hasta casi llegar a su desembocadura en el pueblo de Quillagua, para estudiar la biodiversidad y las amenazas del río más largo de Chile, el cual cruza el desierto más seco del mundo en Región de Antofagasta. No obstante, el sector de La Cascada no estaba incluido dentro del monitoreo, pero Andrés Charrier insistió que se incluyera este sector, a raíz de la crítica situación en la que se encontraba la rana del Loa, especie micro endémica y sumamente amenazada que solo sobrevive en aguas muy duras con una gran cantidad de minerales. Es por esta razón que necesitaba ser incluida dentro de los futuros planes de conservación y las conclusiones del proyecto del cauce del Rio Loa. En aquel entonces la petición fue acogida por el equipo a cargo de la investigación y al llegar a la zona se percataron de que no había absolutamente ni una gota de agua. Todo el hábitat de la rana del Loa, un pequeño canal de regadío de no mas de 800 metros de largo, se había secado por completo hace varios meses.

 

 

 

Equipo técnico buscando ranas del Loa

En ese momento encontraron 61 ejemplares en muy malas condiciones físicas: “Decidimos rescatarlas y llevarlas 6 kilómetros más abajo a un lugar que se llama Ojos de Opache, donde había una pequeña vertiente con agua limpia y que tenía más o menos las mismas condiciones químicas que necesita para su subsistencia”, mencionó Andrés Charrier, experto en anfibios. Primero llamamos a Charif Tala, jefe del departamento de Conservación de especies del Ministerio de Medio Ambiente, para contarle la situación y para que autorizara el procedimiento.

Luego de tres semanas, el equipo contó con la participación formal de Roberto Villablanca del Ministerio de Medio Ambiente y el Dr. Claudio Soto, copresidente del Grupo de Especialistas en Anfibios de la IUCN en Chile, para capturar y rescatar a las ranas del Loa con el permiso del SAG para fines científicos. En aquel entonces, encontraron 14 ejemplares más que fueron trasladados en un vuelo comercial dentro de la cabina del piloto -con todas las medidas necesarias para su comodidad y subsistencia– , hacia el Zoológico Nacional de Chile en Santiago para, comenzar con el proceso de recuperación y reinserción a su hábitat natural.  “Cuando llegaron estaban en pésimas condiciones de salud, desnutridas y con baja condición corporal. En ese momento se hizo un trabajo para recuperar su estado nutricional mediante un plan para animales anoréxicos, con una pauta estricta de alimentación y suplementos”, afirmó Osvaldo Cabezas, encargado de la Unidad de Cuidado y Conducta Animal del Zoológico Nacional de Chile.

En aquel entonces, dos parejas de la especie reprodujeron 350 renacuajos, siendo la primera vez que el Zoológico Nacional de Chile trabajaba con la rana del Loa, por ende, los procesos de cuidado, reproducción y conservación fueron totalmente nuevos para los encargados del caso. Actualmente se encuentran en la etapa reproductiva de los micro anfibios para comprender cuales son los parámetros principales para estimular su conducta reproductiva. Hoy en día existen 300 ejemplares, aproximadamente, y los expertos siguen trabajando para entender a cabalidad la biología e historia natural de cada uno de los procesos naturales de esta especie, y así cada vez ir mejorando las condiciones de cautiverio. “Tenemos que seguir haciendo manejo reproductivo para después tener un núcleo que pueda ser reintroducido de forma eficaz y podamos llevar a la rana del Loa a su hábitat natural”, explicó Osvaldo Cabezas, herpetólogo, experto en reptiles y anfibios.

Rana del Loa en Zoológico Nacional de Chile – Fotografía de la autoría

El problema más serio es que la situación de la rana del Loa hoy en dia no es aislada y representa muy bien el estado de conservación de todos los anfibios alto andinos de la Región de Antofagasta. Lugares como el estero de Vilama ceca de Sn Pedro de Atacama, dónde habita Telmatobius vilamensis, Puquios, donde se encuentra Telmatobius fronteriensis o la quebrada de Amincha Telmatobius philippi y los Telmatobius del salar de Ascotán y Carcote, cerca de Ollague, todos están en una situación sumamente precaria de conservación y no sería raro que en un futuro cercano, se necesite implementar las mismas medidas de rescate urgentes, como la que se realizó con la rana del Loa para asegurar su subsistencia. Sin lugar a dudas el género Telmatobius es el grupo más amenazado de los Anfibios de Chile y es importante tomar acciones inmediatas al respecto.

El Zoológico Nacional de Chile junto al Centro de la Biodiversidad y Conservación El Loa están trabajando codo a codo en las capacitaciones para aprender a cuidar adecuadamente a las ranas del Loa que aún se encuentran en cautiverio. Además, todo el equipo técnico ha trabajado arduamente para repartir los huevos de los ejemplares en diversos lugares. Osvaldo Cabezas aseguró que “tener todos los huevos en una canasta en un proyecto de conservación es riesgoso y muy complejo para una especie que se encuentra en peligro de extinción como esta. Por ende, necesitamos tener núcleos en distintos lugares y por eso estamos trabajando con Calama, para que ellos puedan establecer su núcleo y así transportar a las ranitas en caso de ser necesario”.

El proceso de reinserción de una especie que ya no está en su hábitat natural es sumamente complejo, y generalmente, la mayoría de los proyectos de conservación y éxito son establecidos con metas a largo plazo. Actualmente están estudiando la manera en la que podría afectar al ecosistema la reinserción de la rana del Loa, ya que el resto de los animales y la microfauna en cuestión se ha adaptado para vivir bajo esas condiciones ambientales. Para ello, el equipo técnico tiene dos ideas en mente: el escenario ideal en el sector de las vertientes en La Cascada (Calama), ya que es su lugar de origen y hay menor memoria biológica en el sector. No obstante, la segunda opción es en Ojos de Opache.

Rana del Loa en Zoológico Nacional de Chile – Fotografía de la autoría

A cuatro años del rescate de los ejemplares de la rana del Loa, los especialistas concuerdan en que los resultados son alentadores. Se ha hecho un trabajo minucioso y delicado en el proceso de reproducción para establecer un núcleo genéticamente estable dentro del cuidado del Zoológico Nacional de Chile. El objetivo final es que se reintroduzcan animales con una diversidad genética importante dentro del ecosistema para que pueda representar a su población. Expertos en el área siguen trabajando constantemente en la reinserción del vertebrado con uno de los mayores riesgos de extinción en Chile, en la restauración de su hábitat natural y en la búsqueda de nuevos potenciales sitios de relocalización de esta especie en la Región de Antofagasta. 

Por otro lado, buscan declarar al río Loa como humedal urbano y declarar con el nombre de Santuario de la Naturaleza a la quebrada Ojos de Opache, lugar donde se reubicaron los primeros ejemplares que fueron rescatados y que sigue funcionando como un nuevo hábitat natural para la especie debido a sus similitudes con la vertiente, aledaña a Las Cascadas. Tal vez la quebrada de Ojos de Opache sea el lugar idóneo para la liberación en el futuro de los anfibios que se han reproducido en el Zoológico Nacional. En el lugar existen dependencias que podrían albergar pequeños laboratorios, salas de clases para hacer educación ambiental, un centro interpretativo sobre la vida de los anfibios del desierto, senderos con señalética, etc. Pero para esto todavía queda tomar muchas decisiones aún, entre los especialistas, concluyó Charrier

Andrés Charrier buscando ranitas del Loa.

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