Estados cumplieron solo siete de los 60 criterios de éxito acordados en 2010 para conservar la biodiversidad global
Si bien se reconocen avances globales en la conservación de especies, el informe Perspectivas de la Biodiversidad Global 5 de la Convención de la Biodiversidad (CBD) de la ONU, señala que “la humanidad se encuentra en una encrucijada con respecto al legado que le dejamos a las generaciones futuras”. El informe entrega ocho recomendaciones de transiciones que deben tomar los países para cuidar efectivamente la diversidad biológica.
A partir de muchas preguntas al respecto que nos han llegado, quisimos escribir un artículo que nos responda: ¿Qué tan correcto es llevar un perro a la naturaleza?

Ángel Fondón
Septiembre 16, 2020

Fotografía por PNUD Panamá
Este 15 de septiembre, la Convención de la Biodiversidad (CBD) de la ONU publicó su quinto informe Perspectivas de la Biodiversidad Global. La organización que funciona desde 1992 mostró preocupación pues solo se han cumplido siete de los 60 criterios de éxito establecidos en las metas establecidas en la COP 10 de Aichi, en 2010.
En aquella ocasión, los 196 estados firmantes de la CBD se comprometieron a mitigar las causas de pérdida de biodiversidad desde los ámbitos sociales y políticos, reducir las presiones y promover utilización sostenible de recursos naturales, cuidar los ecosistemas , optimizar los beneficios que brinda la naturaleza, y aumenta el conocimiento de las personas sobre el medio ambiente.
Estas metas fueron sistematizadas en 60 criterios de éxito para poder medir su avance, pero los resultados muestran que solo se han completado siete de estos. Otros 38 criterios “muestran progreso”, en 13 no ha habido ningún avance y en dos no hay información para poder medirlos.
“La humanidad se encuentra en una encrucijada con respecto al legado que queremos dejar a las generaciones futuras. Los sistemas vivos de la Tierra en su conjunto están en peligro. Y cuanto más explota la humanidad la naturaleza de manera insostenible y socava las contribuciones de esta para las personas, más socava nuestro bienestar, seguridad y prosperidad”, declaró la Secretaria Ejecutiva del CDB, Elizabeth Maruma Mrema.

El informe indica que más de un 60% de los arrecifes de coral están amenazados.
Inversión de los Estados en la conservación de la biodiversidad
El informe da cuenta de que la financiación para la diversidad biológica (pública, privada, nacional e internacional), aumentó en algunos países y que la asistencia oficial para el desarrollo prácticamente se duplicó. Se estima que globalmente se ha alcanzado una inversión de 78-91 mil millones de dólares en conservación.
Sin embargo, aunque la cifra va en aumento, aún se encuentra muy por debajo de los 500 mil millones de dólares que se gastan anualmente en subvenciones gubernamentales que pueden causar daños ambientales.
“Ahora, debemos acelerar y ampliar la colaboración para lograr resultados positivos para la naturaleza: conservar, restaurar y utilizar la diversidad biológica de manera justa y sostenible. Si no lo hacemos, la diversidad biológica seguirá cediendo ante el peso del cambio en el uso de la tierra y el mar, la sobreexplotación, el cambio climático, la contaminación y las especies exóticas invasoras”, dijo Inger Andersen, Directora Ejecutiva del Programa de las Naciones Unidas para el Medio Ambiente.

260.000 toneladas de plástico hay en los océanos del mundo.
Transiciones necesarias para evitar degradación de la biodiversidad
En el informe se insta a dejar de “seguir como siempre” en toda una gama de actividades humanas. En él se recomiendan ocho transiciones necesarias para reconocer y conservar la diversidad biológica en el mundo.
1.- La transición en las tierras y los bosques: conservando ecosistemas intactos, restaurando ecosistemas, haciendo frente a la degradación y revirtiéndola y aplicando la planificación territorial en el nivel del paisaje para evitar, reducir y mitigar el cambio en el uso de la tierra.
2.- La transición hacia la agricultura sostenible: rediseñando los sistemas agrícolas por medio de enfoques agroecológicos y otros enfoques innovadores para aumentar la productividad al tiempo que se reducen al mínimo los impactos negativos en la diversidad biológica.
3.- La transición hacia sistemas alimentarios sostenibles: favoreciendo dietas sostenibles y saludables que hagan más hincapié en una diversidad de alimentos, la mayoría de ellos de origen vegetal, y en un consumo más moderado de carne y pescado,así como en recortes drásticos del desperdicio en el suministro y el consumo de alimentos.
4.- La transición hacia una pesca y unos océanos sostenibles: protegiendo y restaurando los ecosistemas marinos y costeros, repoblando las pesquerías y gestionando la acuicultura y otros usos de los océanos a fin de garantizar la sostenibilidad y mejorar la seguridad alimentaria y los medios de vida.
5.- La transición en las ciudades y la infraestructura: instalando «infraestructura verde» y haciendo espacio para la naturaleza en los paisajes construidos a fin de mejorar la salud y la calidad de vida de los ciudadanos y reducir la huella ambiental de las ciudades y la infraestructura.
6.- La transición hacia el agua dulce sostenible: un enfoque integrado que garantice los flujos de agua necesarios para la naturaleza y las personas, mejorando la calidad del agua, protegiendo los hábitats críticos, controlando las especies invasoras y salvaguardando la conectividad a fin de facilitar la recuperación de los sistemas de agua dulce, desde las montañas hasta las costas.
7.- La transición hacia la acción por el clima sostenible: empleando soluciones basadas en la naturaleza, junto con una rápida eliminación gradual del uso de combustibles fósiles, con miras a reducir la escala y los efectos del cambio climático, ofreciendo a la vez beneficios positivos para la diversidad biológica y otros objetivos de desarrollo sostenible.
8.- La transición hacia Una Salud que incluya a la diversidad biológica: gestionando los ecosistemas, incluidos los ecosistemas agrícolas y urbanos, así como el uso de la fauna y la flora silvestres, por medio de un enfoque integrado, con miras a promover la salud de los ecosistemas y la salud de las personas.

El informe destaca la rápida disminución mundial de los humedales que afecta la disponibilidad de agua, así como al 40 % de las especies del planeta que viven en esos ecosistemas.
Coronavirus y algunas luces de esperanza
Si bien los resultados del informe no son alentadores, hay algunas noticias positivas que rescatar. Entre los resultados obtenidos, se estima que prácticamente todos los países firmantes están tomando medidas para proteger la biodiversidad y que 91 países ya aplican normas mundiales para integrar el medio ambiente en la contabilidad nacional (lo cual es el doble desde 2006).
Además, el informe muestra que estamos en camino de tener al menos el 17 % de la tierra protegida y un 10% del mar para finales de 2020, un logro notable considerando las cifras de 2010. “Esto nos dice que podemos hacer más, y debemos hacer más, en la próxima década”, dijo Achim Steiner, Administrador del Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo.
“El momento de actuar sobre todas estas cuestiones es ahora: la comunidad mundial debe aprovechar la oportunidad para reconstruir mejor a partir de la pandemia de COVID-19 con el fin de reducir el riesgo de futuras pandemias”, declaró la Secretaria Ejecutiva del CDB, Elizabeth Maruma Mrema.

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