Gauchos del Mar: los hermanos que inventaron mezclar surf, películas y conciencia ambiental

por Jun 22, 2024Medioambiente, Outdoor

Todo comenzó como un sueño. Sin planificación, solo la idea de surfear por la costa del Pacífico. Pero las cosas cambiaron. Hoy, Joaquín y Julián Azulay convirtieron ese sueño en una misión, creando películas que muestran y protegen lugares increíbles. Desde África hasta la Antártica, continúan surfeando y documentando, con el objetivo de fomentar una sociedad menos individualista. A través del surf y del cine, demuestran cómo estas actividades pueden tener un impacto significativo en la conciencia global sobre la importancia de la conservación ambiental y cultural.

La pasión por el surf y la aventura no surgió de la nada para los hermanos Azulay. Su padre, un pionero del surf en Argentina desde los años 60, y su madre, ambos aún surfistas a sus más de 80 años, inculcaron en Joaquín y Julián el amor por el océano desde muy temprana edad: a los tres años ya los tenían arriba de un bodyboard y a los ochos ya sabían surfear. 

Aunque se criaron en Buenos Aires, lejos de la costa, los veranos eran un constante contacto con la naturaleza. Eso sembró la semilla que los llevó a tomar el primer paso hacia la pasión que hoy define sus vidas.

El primer gran viaje

El sueño de recorrer el continente americano surfeando y acampando nació de las imágenes y películas de olas perfectas que veían de niños. En 2010, después de intensos periodos laborales de 16 horas diarias en la construcción de una de las obras de su hermano mayor en Los Ángeles, California, Joaquín y Julián  ahorraron lo suficiente y decidieron dar el salto.

Se compraron la camioneta más barata que encontraron, una handycam y una GoPro barata, y partieron desde California hacia Argentina. El viaje duró 403 días en los que recorrieron en total 30.000 kilómetros y 13 países. Durmieron en su camioneta, en carpa, a veces incluso sobre la arena misma de las playas que pillaban. No había un plan, solo surfear olas perfectas y conocer las diferentes culturas con las que se iban topando. 

A su regreso, con todo el material acumulado, surgió la idea de hacer una película. Empezaron con un blog, luego un video en Facebook que rápidamente ganó popularidad, y finalmente, la postulación a festivales. Su primer documental fue vendido a Francia, y así nació «Gauchos del Mar» (@gauchosdelmar) como productora

“Lo que entendimos fue que las películas son para comunicar causas sociales y medioambientales. El objetivo es surfear y buscar olas donde nadie fue, pero sumarnos a una causa mucho mayor para las futuras generaciones”, explica Joaquín.

Rupestre y sus cachorros

Foto: @gauchosdelmar

Rupestre y sus cachorros

Foto: @gauchosdelmar

Documentales con propósito

Desde entonces cada proyecto se convirtió en una oportunidad para aprender y comunicar no solo de lugares remotos y olas perfectas, sino también de las culturas y problemas ambientales de cada región. Películas como «Tierra de Patagones” – donde vivieron seis meses en una carpa y enfrentaron condiciones extremas para surfear en la remota Isla de los Estados – no solo muestra sus hazañas surfísticas, sino también los desafíos ambientales y sociales que rodean a la zona.

«En nuestra película “Península Mitre” tomamos una antorcha para mostrar un lugar que ya tenía gente trabajando en su protección, y con el tiempo, esa protección se logró. Eso nos hizo darnos cuenta del impacto que podemos tener», comenta Joaquín. Otros títulos de la productora son «Transcending Waves», «African Territory», «Antarctica”, entre otros.

Este último proyecto en la Antártica, por ejemplo, tiene como objetivo mostrar la zona conocida como Dominio 1, un área que Chile y Argentina propusieron proteger en 2018, pero que aún no se concreta. Para la creación de la película colaboraron con científicos, llevando a cabo investigaciones y enfrentando duras condiciones para lograr su cometido.

«Intentamos mostrar que estamos de paso por este mundo y que nuestras luchas deben ser colectivas, no individuales», reflexiona Joaquín.

Por otro lado, los viajes no han estado exentos de dificultades. Desde navegar por mares peligrosos hasta enfrentar condiciones extremas en África, los hermanos han aprendido a adaptarse y a resolver problemas en situaciones adversas. «Viajar te saca de tu zona de confort y te muestra capacidades que no sabías que tenías», dice Joaquín. La capacidad de enfrentarse a lo desconocido y la determinación de seguir adelante son lecciones que llevan consigo en cada proyecto.

@equilibriofilms – Christian Muñoz Donoso - Gentileza Netflix, Inc.
@equilibriofilms – Christian Muñoz Donoso - Gentileza Netflix, Inc.

Futuro y nuevos proyectos

Con 14 años de aventuras a sus espaldas, los Gauchos del Mar no tienen planes de detenerse. Actualmente, están finalizando dos documentales sobre África y comenzando la fase de festivales para su proyecto en la Antártica. Entre sus futuros destinos, consideran una nueva expedición a África y explorar las Malvinas, siempre con la intención de unir a las personas a través del mar y el surf.

Para aquellos que sueñan con combinar su pasión por el deporte y los viajes con causas sociales y ambientales, Joaquín tiene un mensaje claro: «Inténtenlo al 100%. No es fácil, pero es muy enriquecedor. Ayudar al bien común y tener una mirada hacia los demás puede ser parte de la solución en un mundo cada vez más individualista».

Los Gauchos del Mar, con su combinación de espíritu aventurero y conciencia social, continúan inspirando a una nueva generación de surfistas y viajeros, demostrando que seguir tus pasiones puede llevarte a descubrir tu propósito y a hacer una diferencia en el mundo.

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