Ley Turberas: la urgente necesidad de información sobre uno de los ecosistemas más valiosos de Chile y el mundo

por Oct 12, 2023Medioambiente, Naturaleza

El debate en torno a la Ley Turberas ha dejado en claro la importancia crítica de obtener información precisa y científica antes de tomar decisiones legislativas que podrían afectar uno de los ecosistemas más valiosos del país y del mundo. Estas turberas, que cubren solo el 3% de la superficie terrestre, almacenan el equivalente a dos veces el carbono acumulado por todos los bosques del planeta y casi un tercio del carbono que se encuentra en el suelo global.

En los últimos años, las turberas de Chile han adquirido una importancia crítica en el ámbito medioambiental y la toma de decisiones gubernamentales. Hace apenas cuatro años, la Dra. Maisa Rojas, hoy Ministra de Medio Ambiente, presentó argumentos sólidos a favor de la conservación de estos ecosistemas únicos. Su llamado urgente a invertir en la protección de las turberas, respaldado por la revelación de que pueden almacenar 4.7 veces más carbono que la biomasa de todos los bosques chilenos, dejó claro que debíamos prestar atención a estos tesoros naturales.

Sin embargo, en la última sesión de comisión, la misma Ministra expresó una posición que ha generado una controversia notable. El Ministerio de Medio Ambiente aboga por la prohibición de la explotación de las turberas, mientras que busca alternativas para el manejo sustentable de la extracción del musgo pompón. 

Actualmente, más de 300 organizaciones – entre científicos y grupos ambientalistas – han solicitado la prohibición de la extracción de turba y musgo pompón en todo el país. El proyecto de Ley sobre Protección Ambiental de Turberas, también conocida como Ley Pompón, se encuentra en Comisión Mixta y cuenta con el respaldo de un Comité Técnico-Científico. Este comité tiene la responsabilidad de proporcionar información científica vital para fundamentar la toma de decisiones en torno a la explotación o protección de estos ecosistemas, donde se extrae el musgo Sphagnum magellanicum (Pompón).

En última instancia, nuestros legisladores serán los encargados de definir la normativa que regirá en lo que respecta a la protección o explotación de estos ecosistemas cruciales. 

“El Sphagnum magellanicum está presente en las turberas que van desde Llanquihue hasta Cabo de Hornos, es decir, son ecosistemas altamente diversos y variados. Sin embargo, en términos de investigación y regulación, han sido históricamente subestimadas y esta falta de información precisa sobre estas áreas ha dificultado la toma de decisiones informadas”, comenta Roy Mackenzie, investigador de la Universidad de Magallanes, CHIC y BASE, y quien forma parte del Comité Técnico – Científico convocado por el ministerio MA

Turberas.

Pese a no ser muy conocidas, la importancia ecosistémica de las turberas es inigualable: son los ecosistemas terrestres más eficientes en capturar y almacenar carbono. Cubren sólo el 3% de la superficie terrestre, pero contienen dos veces el carbono acumulado por todos los bosques del mundo y contienen casi un tercio del carbono que está en todo el suelo del mundo.

Se estima que en nuestro país existen 3.1 millones de hectáreas de turberas, lo que convierte a Chile en uno de los territorios más importantes del hemisferio sur en contar con estos ecosistemas. Tan solo en el Parque Kurikinka de Tierra del Fuego – protegido por la Wildlife Conservation Society – las turberas están presentes en 80 hectáreas del territorio, las cuales contienen dos veces el carbono que emite todo Chile durante un año.

Además, las turberas juegan un rol fundamental en mantener los balances hídricos, como se ha hecho evidente en la isla de Chiloé. Como no existe una cordillera que acumule hielo, la disponibilidad de agua depende de estos ecosistemas que absorben las precipitaciones y regulan los ciclos hidrológicos desde sus cuencas. Esto al mismo tiempo genera gran preocupación en los habitantes de la isla debido a los riesgos que corre su seguridad hídrica. 

En ese sentido hablamos con Hermes Vera miembro de la Red de Turberas de Chiloé “En este caso en particular no solo hay una belleza intrínseca en el paisaje o en su conformidad sino que también en los beneficios que nos entrega, que mejor que un lugar que te entregue el vital elemento para la existencia humana como lo es el agua.”

Muestra de turba de Musgo Pompon Sphagnum magellanicum conservada en las profundidades de la turbera gracias al agua y la baja temperatura. Fotografía de Carolina-Rodriguez

Por esta razón, Roy Mackenzie, destaca la importancia de crear un inventario nacional que muestre la ubicación de todas las turberas y las comunidades humanas que podrían verse afectadas por su extracción o deterioro. Actualmente, la creación de esta herramienta está siendo liderada por el Ministerio de Medio Ambiente, pero recién estará lista para 2025 aproximadamente. Esto es esencial para priorizar la protección de estos ecosistemas valiosos y los servicios que brindan, especialmente en un contexto de cambio climático y actividad humana creciente.

“Dada la diversidad de condiciones en las diferentes regiones, no se pueden establecer criterios homologables para todas las turberas. Por ejemplo, lo que es válido en Magallanes puede no serlo en Chiloé debido a las diferencias climáticas y geográficas”, explica Mackenzie.

Es importante entender que en función de la ubicación geográfica, estas turberas experimentan diferencias significativas en varios aspectos, como la tasa de crecimiento del musgo, la tasa de acumulación de turba, la capacidad de retención de humedad y la composición de la comunidad de flora y fauna que las habita.

Por otro lado, el experto también menciona el impacto en las comunidades rurales, donde muchas personas dependen de la extracción del pompón para su subsistencia, por lo que los aspectos socioeconómicos de la regulación también es una cuestión a considerar.

“Aquí hay dos grupos, los que extraen a escala familiar/artesanal con bajo impacto y en lugares donde es probable que el musgo crezca más rápido – aunque faltan datos para confirmar esto – y los que les da lo mismo y arman cuadrillas en turberas arrendadas que explotan todo lo que pueden sin ninguna consideración. Y en lugares de Aysén, donde la tasa de crecimiento es muy lenta y probablemente no se recuperen. Estos últimos son el problema y la amenaza actual”, explica el investigador.

Es esencial recordar que las turberas se desarrollan a lo largo de siglos, y destruir un musgo pompón equivale a borrar siglosde historia, sin garantía de recuperación. A pesar de nuestro conocimiento limitado, está claro que estos musgos son extremadamente frágiles y sensibles a la intervención humana.

Una de las conclusiones clave es que se necesita una inversión en investigación y desarrollo para comprender mejor las turberas y su importancia en la regulación del agua y el cambio climático. Además, la importancia de priorizar la sostenibilidad y la protección de estos ecosistemas es esencial para el bienestar de las comunidades locales y la salud del medioambiente.

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