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Namastê Messerschmid, referente de la agricultura sintrópíca: «este es un principio donde juntamos las plantas pensando en su cooperación»

por Ene 6, 2023Cultura, Medioambiente, Naturaleza

La agricultura sintrópica inició en Brasil hace 40 años como una apuesta diferente a la manera tradicional o hegemónica de hacer agricultura. Hoy un plantío agroforestal es capaz de generar 75 toneladas de alimento por hectárea. Este sistema se basa en el rescate de una cultura latinoamérica que imita la interacción natural de los bosques, donde existe diversidad, estratos y mucha materia orgánica.

“Es una organización dentro de los bosques y de la naturaleza que buscamos traer a nuestra forma de plantar. La agricultura convencional, la agricultura hegemónica, es como sacar nuestro hígado, ponerlo arriba de una mesa y decirle ahora trabaja. No va a funcionar. Necesitamos de materia orgánica, necesitamos de procesos, la naturaleza nunca está de manera separada, entonces este es un principio donde juntamos las plantas pensando en su cooperación»

Namastê Messerschmidt tiene 35 años, pero su experiencia en la agricultura sintrópica comenzó hace un par de décadas cuando tan solo era un niño. A los doce años se fue a vivir al Instituto Oca de Brasil, una institución sin fines de lucro, que tiene como objetivo la Conservación Ambiental y la Ecología Humana. Ahí permaneció durante once años donde conoció y aprendió de Ernst Gotsch, un agricultor e investigador suizo radicado en Brasil y quien es un referente internacional en agroforestería. 

Luego en 2010 comenzó a trabajar con indígenas en diferentes cursos y consultorías. Actualmente es uno de los educadores agroforestales más respetados del mundo. Ha visitado todos los continentes ya sea como consultor o implementando sistemas agroforestales.

Su primera gira sintrópica en Chile se llevó a cabo durante diciembre del año pasado y consideró 12 días de actividades a lo largo del país y participaron más 250 personas. La iniciativa fue organizada por Fundación Legado Chile, el Centro de Estudios Ambientales Agua Tierra y Regenerativa ONG

Foto de la Gira Sintrópica 2022 en Chile. Gentileza de Fundación Legado Chile.

¿Cuál es la diferencia entre la agricultura convencional y la agricultura sintrópica?

– La agricultura sintrópica es una agricultura que genera más energía de lo que se consume. En la agricultura hegemónica, que se hace en todo el mundo, se desperdicia energía. Digo agricultura hegemónica porque antes había otras agriculturas por todo el mundo, esas agriculturas fueron invisibilizadas. El modelo de agricultura actual no interactúa con los procesos naturales. 

La agricultura sintrópica trata de imitar los bosques, hay una manera de organización que buscamos entender para poder plantar y cultivar.  Es una agricultura que genera energía.

¿Qué significa que genere más energía?

– Cuando digo energía me refiero a más fertilizante, materia orgánica libre. En la agricultura actual existe una dependencia de insumos extensa. La fertilidad está en la tienda, si no vamos a la tienda y no compramos fertilizante ya no podemos cultivar. 

La agronomía hoy entiende la tierra como un mero soporte y de la que necesitamos sus nutrientes, pero tenemos que ir a la tienda como nos enseñaron. La Dra. Anna Primavesi dice que el suelo no es solo una base, el suelo es un elemento vivo y todo lo que necesitamos lo tenemos. Entonces es una locura que hoy uno de los nutrientes más comercializados sea el nitrógeno. Este genera un proceso químico que hace que la planta crezca y la gran mayoría de las veces se mete en la tierra de manera sintética, derivado del petróleo.

Pero si no compramos nitrógeno u otros nutrientes ¿cómo hacer que la planta crezca y dé frutos?

Acá en Brasil o Chile plantamos durazno que necesita mucho nitrógeno, entonces vamos y compramos nitrógeno, pero es una locura porque el aire está compuesto en un 78% por nitrógeno. Compramos nitrógeno siendo que este está nadando en el aire. ¿Por qué hacemos esto? porque el durazno como una planta individual, cuando no hay colectivo junto con ella, no le alcanza el metabolismo para agarrar el nitrógeno. Esto porque la naturaleza nunca trabaja de manera individual sino que de manera colectiva y colectivamente es como se produce esto.

Un ejemplo muy clásico son las leguminosas. Las habas, por ejemplo, hacen simbiosis con bacterias que agarran su nitrógeno y toman lo químicamente disponible, pero no solamente para las habas o los frijoles, sino que para todas las plantas que están junto con ellas, entonces es otra mirada de los procesos. 

Entendemos que hay procesos, que hay mucho nutrientes en los suelos, que hay mucho potasio, magnesio y fósforo en los suelos y nitrógeno en el aire. Pero necesita mecanismos para que esto esté disponible para las plantas, y cuando metemos materia orgánica en la tierra, cuando plantamos plantas juntas como habas y muchas otras, los procesos pasan. Lo mismo pasa con nuestro organismo, es perfecto. Los riñones interactúan con el hígado, con el corazón. Todo trabaja con lo otro de una manera muy incondicional. El patrón de la naturaleza es pura cooperación.

Hay un caso que muestran cómo un plantío agroforestal puede generar 75 toneladas de alimento por hectárea al año. Cuando comparamos esto con monocultivos, por ejemplo de  soja, que es lo que más se siembra acá en Brasil, se producen 5 toneladas de soja por hectárea al año. Entonces nos dicen que este negocio es muy importante para alimentar el mundo y quitar el hambre, pero no es verdad.

Personas trabajando en un plantío agroforestal

¿Por qué es capaz de generar más producto el sistema sintrópico? 

– No es milagro, es que en la agroforestería nosotros cosechamos por metro cúbico, entonces en la misma parcela donde tenemos palta podemos tener arándanos, nogales, etc. y eso va a generar más producción. Esto también tiene un aspecto humano muy importante. Cuando empezamos a convivir con más cooperación empezamos a conocer más diferencias. 

Es muy importante que volvamos a una agricultura que interactúe con los procesos naturales, con estratos, sucesión, diversidad. En una investigación del Dr. Víctor Toledo en México, sobre la diversidad natural en el estado de Chiapas, resulta que también es una zona en México donde hay más diversidad lingüística. Esto es muy importante para nosotros, al final los sistemas monoculturales se van a reflejar en una sociedad monocultural y un sistema diverso se va a reflejar en una sociedad de respeto a la diversidad. 

¿Cuáles son los impactos sociales que tiene la agricultura sintrópica?

– Podemos tomarnos esto de manera filosófica y hablar de la cooperación que ocurre en los sistemas agroforestales, la soberanía alimentaria y la fijación de la gente al campo.  

Chile tiene números buenos que demuestran que la agroforestería genera mucha ganancia,  la tenencia de la tierra en muchos casos está más atomizada en superficies prediales que pueden ser manejados por familias, sin necesidad de maquinaria.

Pero la gente dice y bueno por qué no hay personas haciéndolo en miles de hectáreas y una manera de responder esa pregunta es cuestionar su origen.

¿Será bueno que una sola persona tenga 200 mil hectáreas? ¿No será mejor tener más gente en el campo haciendo una agricultura que genere más vida y que genere más comida? Ahora nos estamos concentrando en cosas más políticas que necesitamos hablar como el acceso a la tierra. Yo vivo en una finca y como mucho de lo que planto y siembro y es muy bueno y muy hermoso y es un privilegio, pero eso no debería ser un privilegio, debería ser un derecho. El derecho a la tierra, que la gente pueda irse al campo y pueda tener acceso a tierra y pueda plantar, sembrar, generar floresta,  bosque y diversidad. 

Cuando tenemos un área degradada por la agricultura tradicional o por algún monocultivo ¿cómo se rehabilita esa área?

– Usas especies adaptables, hay especies como, por ejemplo, los cactus o los nopales, que no son nativos de Chile, pero que se dan muy bien allá. Dentro de su masa hay mucha agua que funciona como hidrofertilizante. No solamente moja la tierra, sino que también aumenta su capacidad de retención de agua. Entonces tunas, cactus, aloe vera, todas esas plantas son muy importantes para la regeneración de suelo muy degradado. 

Cuando tenemos plantas verdes también es una manera de combatir incendios, se van generando ambientes más resilientes entonces usar esas estrategias es muy importante. Como dicen los indígenas del Amazonas: los árboles llevan lluvia, y sabemos eso, que cuando plantamos más árboles todo el clima es más húmedo, y cuando hacemos lo contrario pasa lo contrario, quitamos mucho bosque y los paisajes se vuelven cada vez más áridos. 

 

Taller de agricultura Sintrópica en El Solar, Tepoztlán, Morelos. Gentileza de Andrés Riveros

¿Por qué Chile tiene el potencial de llevar a cabo agricultura sintrópica? ¿Cómo se empieza con un modelo tradicional tan arraigado?

– Yo veo un potencial muy grande en Chile, un poco porque la cultura agraria es muy distinta a la que tenemos en Brasil. Hay fincas más chiquitas, hay más gente en el campo, tienen una cultura muy basada en fruticultura, en uva, en palta, en durazno, todas esas maravillosas frutas chilenas. Hay que hacer una adaptación, encontrar plantas que funcionen en la zona, alguna nativas, algunas exóticas y sabemos que eso es posible, en Chile hay grandes proyectos donde ya se está practicando esto  y ahora con estos cursos con los que estuvimos en Chile de casi 100 personas que están muy entusiasmadas en aplicar esto y se van aplicando referencias nacionales y locales y esto es muy importante dentro de ese proceso

¿Cómo pueden las personas comunes y corrientes involucrarse en el cambio? ¿Cómo lo hago si no tengo una parcela o un jardín y vivo en la ciudad, cómo puedo llevarlo a lo sintrópico?

– Todos estos principios que estamos conversando podemos trasladarlo a un jardín o un edificio. Hay casos acá en Brasil donde gracias a la materia orgánica, que sirve como acolchado,  necesitamos hasta un 80% menos de riego. O sea yo no tengo una finca, pero podemos empezar a hablar sobre esto y hacer agricultura urbana en las plazas, en un ambiente más urbano. 

Acá en Brasil hay una chica que se llama Bela Gil que es una gran chef y nosotros somos patrocinadores de ella, tenemos un mundo que queremos patrocinar. Cuando estamos comprando un durazno estamos patrocinando un mundo, ¿queremos patrocinar un mundo de químicos, de monocultivo, de desertificación o queremos comprar un durazno de un campesino que planta de manera regenerativa con diversidad y materia orgánica? Si buscamos productos que provengan de agricultura regenerativa creo que esto ya es un gran paso. 

Sin duda podemos llevarlo a las plazas de la ciudad. Tenemos que sacar un poco este pensamiento de que el paisajismo tiene que estar estático, no hay nada malo en tener un frutal, de tener raíces. Pienso que es una oportunidad muy grande para practicar estos principios en el medio urbano, sabemos que el espacio es limitado pero es extremadamente posible. 

A veces el modelo está tan arraigado que la gente no ve esta posibilidad, tal vez es difícil imaginarla…

Es muy importante entender el tiempo de la humanidad o del planeta. La agricultura hegemónica comenzó en Europa, exportamos esta agricultura y colonizamos otras, varias culturas fueron invisibilizadas.

Hacer agricultura sintrópica no es algo nuevo, es un rescate de una agricultura latinoamericana. Hay un escritor indigena brasileño que se llama Ailton Krenak, quien dice que el futuro es ancestral, si queremos encontrar una solución para el hoyo en el que nos metemos tenemos que mirar hacia atrás. Es un rescate de una ciencia indigena, de una ciencia latinoamericana.

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