Puerto Cruz Grande: el proyecto que amenaza al Archipiélago de Humboldt y que ha pasado desapercibido

por Feb 5, 2023Naturaleza

Después de que Dominga fue rechazado las alarmas se calmaron, pero el Archipielago de Humboldt sigue bajo amenaza. El Puerto Cruz Grande ha pasado despercibido y con evaluación ambiental aprobada incluída, sin embargo sus efectos pueden ser igual de desastrosos que los del proyecto minero, tanto ambiental como socialmente.

Cada día Carolina Tamayo recibe en su bote un grupo diferente de turistas que vienen de todas partes de Chile e incluso del mundo a conocer la belleza natural de la Reserva Nacional Pingüino de Humboldt. Desde Punta de Choros salen a recorrer Isla Damas e Isla Choros donde les muestra la gran biodiversidad del lugar, en su tour se pueden llegar a ver los grandes cetáceos y delfines que habitan la zona. 

“Siempre le hablo a la gente del proyecto Cruz Grande, se los hago ver desde la cabecera de Isla Choros, les indico más o menos donde estaría construido y les hablo del tema de la ruta de navegación que tendrían los grandes buques y el daño que ocacionarían”, comenta Tamayo sobre la preocupación que le causa la posible construcción y operación del puerto. 

Carolina, quien es  parte de la comunidad índigena changa Archipiélago de Humboldt, les cuenta sobre el peligro de colisión al que se verían enfrentados los grandes cetáceos, además de las amenazas por derrames de petróleo que no solo afectarían a la abundante  biodiversidad de la reserva sino que también perjudicaría enormemente el trabajo de las comunidades pesqueras. 

Por esas mismas razones ella, su comunidad y los habitantes de La Higuera, se organizaron arduamente en contra del proyecto minero Dominga, sin embargo hoy su preocupación es otra y la que ha pasado muy desapercibida: el proyecto Puerto Cruz Grande.

Fotografía cortesía Oceana

El proyecto Puerto Cruz Grande consiste en la construcción y operación de un puerto minero por parte de la Compañía Minera del Pacífico S.A. (CMP), que busca emplazarse en el margen sur de la Caleta Cruz Grande, en la localidad de Chungungo, comuna de La Higuera. Mientras Dominga se encontraría a 35 kilómetros de la Reserva Marina Isla Choros, Cruz Grande,lo haría a casi a la misma distancia: a 30 kilómetros de la misma zona.

La instalación portuaria sería capaz de atender naves graneleras de hasta 300.000 DWT y su propósito inicial sería brindar los servicios de recepción, acopio y embarque de graneles minerales requeridos por el “Proyecto Tofo” y, eventualmente, por otros proyectos mineros interesados, como se indica en la descripción del proyecto presentada ante el Sistema de Evaluación de Impacto Ambiental (SEIA).

Gracias  a la riqueza propia de la Corriente de Humboldt y especialmente a que el archipiélago es una zona de surgencia, el Archipiélago Humboldt es el lugar de alimentación más importante para las especies que habitan y/o transitan por esta área. La corriente permite la abundancia de nutrientes para las distintas especies de ballenas, delfines, aves y mamíferos marinos, y además el desarrollo de larvas de peces y moluscos que son aprovechados por los pescadores artesanales. 

Es importante recordar que las áreas de manejo de locos y machas de la costa de La Higuera son las más productivas de todo el centro norte de Chile, lo cual se explica por las condiciones naturales de esta área y por la correcta administración que han hecho los pescadores artesanales. 

Por lo tanto, la construcción y operación de mega puertos en la zona, pone en grave riesgo estas actividades por posibles derrames y colisiones que alterarían el hábitat donde se desarrollan estas especies.

Fotografía cortesía Oceana

“Tanto Dominga como Cruz Grande causarían impactos similares en el delicado ecosistema del Archipiélago Humboldt”, afirma Liesbeth van der Meer, Directora Ejecutiva de Oceana Chile y magíster en manejo de recursos naturales y sustentabilidad ambiental. “Lamentablemente, al proyecto Cruz Grande se le dio mucha menos atención porque también existió mucha menos participación ciudadana. Cuando comparamos el número de observaciones que se realizaron, la diferencia es enorme: alrededor de 1.300 observaciones para Dominga, mientras que en Cruz Grande solo hubo 35”. 

Si bien ambos proyectos han sido cuestionados desde el punto de vista técnico y ambiental, Dominga contó con más atención mediática debido a los grandes conflictos de interés que hubo desde el principio. Recordemos los correos que el ex subsecretario de Minería, Pablo Wagner, intercambiaba con los dueños del proyecto, y los pagos que mensualmente recibió de parte del grupo Penta, controlador de Dominga, mientras él ejercía su cargo de subsecretario. 

A esto se suma lo revelado en los Pandora Papers, donde se conoció que el expresidente Piñera fue uno de los primeros dueños del proyecto y que posteriormente vendió su parte a su amigo Carlos Délano, condicionando el pago final de esta operación a que en la zona donde se pretendía instalar Dominga no se genere ninguna figura de protección. 

Por su parte, el proyecto Cruz Grande fue aprobado por el Comité de Ministros, quienes señalaron que el titular realizó una evaluación tácita, es decir, los ministros en esa ocasión lo que hicieron fue simplemente salvar un proyecto que nunca evaluó los impactos que generaría en el medio marino. 

“En ese momento nadie alzó la voz, lo cual es una evidencia más de cómo por años los distintos comités de ministros ayudaron a proyectos que técnicamente no habían sido bien evaluados, cuestión que afortunadamente no ocurrió con Dominga y por eso se dice que hubo injerencia política cuando en realidad toda la ciencia respalda el rechazo”, afirma van der Meer.

Hasta el día de hoy, Cruz Grande no ha iniciado la ejecución del puerto y de acuerdo con la ley de bases generales del medio ambiente, todos los proyectos deben iniciarse dentro de cinco años luego de recibir el permiso ambiental para que la información proporcionada por los titulares se encuentre actualizada. Cruz Grande obtuvo la resolución de calificación ambiental favorable en 2015, y a 2020 no había obras.

Oceana presentó una denuncia solicitando la caducidad del permiso ambiental del proyecto ante la Superintendencia del Medio Ambiente, pero esta consideró que el proyecto sí había iniciado obras, cuando la realidad es que no se observa prácticamente ninguna acción. Adicionalmente, al titular le falta tramitar una serie de permisos, con lo cual se encuentra además en incumplimiento de sus resoluciones de calificación ambiental. 

En la defensa de este territorio han participado miles de chilenos que han entendido la importancia de su preservación. Cada día son más los turistas que visitan las reservas y quedan maravillados con los avistamientos de cetáceos, delfines y aves. El Archipiélago de Humboldt tiene una historia ambiental importante que ha trascendido más de una década y varios proyectos industriales.  

Carolina Tamayo, quien ha sido una férrea defensora de la zona afirma que el pueblo chango que habitó y habita en este territorio siempre luchará por él. “Siempre le digo a los turistas, mira aunque vengan de allá de Arica o de Los Andes, esto igual es de ustedes, todo es de nosotros y también de ustedes, porque es algo que es para el mundo. Esta riqueza que se tiene acá es inigualable y única así que es de ustedes, de sus hijos, nietos y de las futuras generaciones. No se sientan como unos turistas que vienen de paso, se tienen que sentir parte de la lucha”. 

Actualmente se espera que la Corte Suprema decrete la caducidad del proyecto, desde Oceana están convencidos de que no puede llevarse a cabo, tuvo una mala evaluación ambiental y toda la información proporcionada está desactualizada.

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