Un recorrido por la vida de Franco Elgueta: “La fotografía empezó a formar parte de mí y en los encuentros que tengo con la vida salvaje en Canadá. Para mí tiene que ver con retratar un mundo que se muestre por primera vez”

por Ene 7, 2024Medioambiente, Naturaleza, Outdoor

Directamente desde los cerros de Viña del Mar, llega Franco Elgueta (@pajaroaustral), el chileno de 32 años movido por la pasión de la fotografía y filmación de vida silvestre (wildlife photography and filmmaking) en diversos rincones del mundo, se inserta en la naturaleza con el potente propósito de reconstruir la relación entre humanos y animales a través de lo que capta su lente.  Al ser psicólogo de profesión, en el pasado se le abrieron las puertas al mundo natural al trabajar codo a codo con las comunidades indígenas ubicadas al sur de Chile en 2018. En ese entonces decidió comprar su primera cámara, movilizado por la necesidad de retratar lo que observaba, y hoy en día, se transformó en una extensión pura de su cuerpo.

Posteriormente, realizó trabajo de campo etnográfico en diferentes laboratorios de ciencias naturales, donde se pudo acercar más a una de las ramas de los estudios de las ciencias sociales, llamada Estudios Multiespecies, en el ámbito teórico y práctico al participar de diversas organizaciones dedicadas a la conservación y rehabilitación de la vida silvestre.

No obstante, en 2021 emprendió rumbo a Canadá para empaparse de nuevas aventuras y retos personales. Sin nada en mente y con un propósito de libertad llegó a las tierras norteamericanas a trabajar con una Working Visa en diversas áreas que jamás hubiese imaginado. Entre idas y venidas, se le presentó la oportunidad de trabajar como guía certificado de vida salvaje, específicamente, de oso grizzly u oso gris en Great Bear Nature Tours, uno de los fundadores de la Asociación Comercial de Observación de Osos en Columbia Británica donde promueven la observación sostenible de esta especie, colaborando en la protección de su ecosistema y hábitat natural.

Franco Elgueta en Canadá.
¿A qué te dedicas actualmente?

“Mi trabajo es estacional, trabajo por temporadas. Pero hoy por hoy se basa en ser guía de vida salvaje en Canadá. Pero específicamente, el trabajo que más toma tiempo de mi año es ser guía certificado de oso gris en un lugar muy remoto de la costa noroeste de British Columbia para realizar turismo de vida silvestre de osos de manera segura”.

 

  Cuéntame, ¿qué fue lo que gatilló la pasión de la fotografía en ti?

“Soy psicólogo de profesión, pero en un momento de mi vida me pasó que comencé a trabajar en temas corporativos y me di cuenta que no era mi camino. En 2018 comencé a ejercer más en temas comunitarios con escuelas rurales ubicadas al sur de Chile realizando actividades al aire libre, donde me encontré con muchos pájaros. Esta experiencia me hizo darme cuenta que afuera es donde tengo que estar. Ahí me compré mi primera cámara de fotos, donde fui súper bruto al principio porque la chispa inicial fue retratar lo que estaba viendo y empezó a formar parte de mí, siendo una especie de retrato de lo que, de alguna forma u otra, desconocemos”.

 

  ¿Qué es lo que buscas expresar con la fotografía?

“Me cuesta autodenominarme fotógrafo, porque la chispa inicial fue de retratar lo que yo estaba observando, y creo que existe un trasfondo de las ciencias sociales que jugó un rol muy importante en eso. En la universidad estudié mucho a Humberto Maturana y Francisco Varela, ambos biólogos muy conocidos en Chile que retratan aspectos filosóficos de la naturaleza. Ahí me di cuenta de que esta no sólo tiene que ver con la ciencia biológica, sino también, con todo un entorno, entonces la fotografía empezó a formar parte de mí y en los encuentros que tengo con la vida salvaje se da una experiencia que no puedo describir. Para mí tiene que ver con retratar un mundo que se muestre por primera vez, capturando momentos de las especies con el objetivo de mostrárselo a alguien que visitara la Tierra y viera a los animales por primera vez y siento que sería una locura, ¿cierto? Entonces trato de transmitir eso con la fotografía, y me pasó que desde 2018 trabajo mucho desde ese sentimiento, desde la emoción de retratar esa extrañeza que quería mostrar”.  

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La preciada experiencia del encuentro con diversas especies de pájaros en el sur de Chile le permitió abrir su corazón y lanzarse a la aventura, con el rumbo fijo de seguir cultivando momentos al aire libre con su pequeña cámara de fotos. En 2021 decidió volar hasta la parte más alta del continente norteamericano, Canadá. Llegó a trabajar arduamente en trabajos de medio tiempo para ir armando su camino poco a poco.

No obstante, sin saber que le deparaba el futuro, un año después de poner un pie en el país tuvo una entrevista que le cambió la vida: el trabajo de guía de vida silvestre estaba en sus manos, y sin premeditarlo, tenía que ver con todas las herramientas que venía adquiriendo desde sus estudios como psicólogo. “Era algo que estaba buscando hace mucho tiempo y que, de alguna manera, iba a consolidar el camino de trabajar en algo que pudiera darme sustento y que tuviese que ver con vida silvestre”, afirmó Franco.

Fotografía de Fraco Elgueta.

– ¿Cómo se entrelaza la fotografía y la documentación de vida silvestre en esta aventura que estás viviendo en Canadá?

“Ese aspecto de mi vida se relaciona, pero a la vez no, porque en el trabajo tengo una responsabilidad muy importante porque tengo que estar pendiente de la seguridad de las personas en los recorridos guiados. Pero, por otro lado, no me planteo a mí mismo un horario establecido para sacar fotos, solo lo hago cuando pienso que es el momento adecuado y que eso no interponga en mi disfrutar. Obviamente, mi trabajo hace que yo me vea expuesto a situaciones donde hay vida silvestre y encuentros únicos con animales, y de alguna forma, esa fue mi motivación de trabajar en esta área, el hecho de poder estar al aire libre por mucho tiempo y teniendo este tipo de encuentros”.

­¿Hay algo más que te haya movilizado a trabajar como guía de vida salvaje?

“Sí, me acuerdo de haber visto una foto de Eduardo Minte hace mucho tiempo, cuando sacó una captura de la Guiña y del Gato de Geoffroy en la Patagonia que se hicieron muy conocidas. Cuando observé eso, me di cuenta de que él también era guía de vida silvestre y fue inevitable no motivarme, porque pensé que si trabajaba como él, al estar más tiempo fuera hay más posibilidades de vivir encuentros únicos que a veces son más difíciles de presenciar por no estar en el momento adecuado”.

A parte de la fotografía, ¿realizas registros audiovisuales constantes?

“Sí, de hecho, he estado conscientemente tratando de irme por esa línea, que encuentro que igual es súper desafiante y requiere mucho más trabajo, pero hay mucho detrás de ese arte que me llama mucho la atención. La foto es como una pintura, pero cuando hay movimiento uno puede entregar más cosas, como el comportamiento o momentos especiales. Algo que he visto y fue único de documentar fue a una mamá oso amamantando, hay muchos ruidos y conductas transmiten muchísimo. Son tipos de cosas que uno no se imagina con una foto, y por eso he ido trabajando en dar ese paso y he hecho varias secuencias para algunos documentales”.

  ¿Cómo en cuáles?

“En 2022 trabajé en el documental ‘Chungungo Re-Ottering Chile’ de Javier Trivelli que salió en el Festival de Cine Santiago Wild en 2023. También he estado trabajando con una chica en Estados Unidos y México, donde fui a filmar la fauna de la península de Yucatán para un documental sobre los arrecifes de coral de la zona. Pero más que nada, esta arista de mi trabajo ha sido más espontánea, donde las personas me preguntan si tengo tomas audiovisuales de alguna escena en específico para que aparezca en el producto final. Es todo un camino que estoy explorando y desde hace poco tiempo”.

 Al pasar tanto tiempo en la naturaleza, ¿cómo crees que se está dando esa relación del ser humano con las especies y de qué manera podríamos remediarlo?

“No quiero sonar tajante o abrupto, pero creo que es importante que el contenido de la naturaleza debe tener una profundidad, porque muchas veces vemos solo lo bonito que tiene y como algo que debemos cuidar, pero pienso que es mucho más que eso. Hay problemas concretos que están sucediendo en lugares específicos y pienso que se debe tomar esa bandera de lucha, que a veces no es tan linda, porque desafía un poco la visión que tenemos de la naturaleza como un museo vivo. Una de las ramas de las ciencias sociales en la que me desempeño se llama Estudio Multiespecies, donde se desarrolla la percepción que el ser humano tiene sobre algunos animales y como la misma puede determinar la extinción o no de cualquier especie”

Fotografía de Franco Elgueta.

Franco sostiene una visión de vida muy desafiante, donde busca mejorar la relación entre humanos y animales a través del material que él recolecta en cada uno de sus encuentros íntimos con la fauna silvestre. Cree firmemente que la manera en la que uno ve a una especie puede determinar su estado de conservación, y lo sabe de primera fuente: Una compañera de él trabajó hace mucho tiempo en un centro de rehabilitación de fauna silvestre en Chiloé, donde pudo corroborar la realidad del problema.

“Todos corrían cuando sucedía algo con un animal considerado como adorable o algo por el estilo, pero no sucedía lo mismo con otros animales que quizás no eran tan carismáticos como un pudú, por ejemplo. Pero más allá de juzgar si eso está bien o está mal, es solamente darse cuenta de la importancia que tiene el cómo vemos nosotros a una especie para su supervivencia”, recalcó Franco frente a la situación. La antropología juega un rol sumamente importante en situaciones así, un área que el reconocido fotógrafo busca instaurar en su trabajo.

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  ¿Cuáles son tus proyectos a futuro con respecto al ámbito audiovisual o de tu trabajo como guía de vida silvestre?

“Es una muy buena pregunta, porque incluso, me hace bien cuestionármelo. Creo que la vida estacional hace que todo sea como una especie de devenir, porque paso la mitad de mi vida en Canadá o en otros lugares del mundo. Pero creo que mis proyecciones van desde una forma de hacer que mi trabajo tenga un impacto más grande, y creo que eso es lo que le falta a la conservación hoy en día. Creo que mis proyectos van enfocados en poder crear un poco más de conciencia e impacto sobre temáticas que estén ocurriendo, tanto en Chile como en el mundo, trabajando con comunidades y animales, forjando esa relación entre los humanos y la naturaleza o especies»-

Fotografía de Franco Elgueta.

Con la mente en la fotografía y los pies en la tierra, Franco Elgueta sigue empapando al mundo con el arte que transmite a través del lente, movilizado siempre por sus pasiones y deseos al momento de hacer las cosas en la vida. El carisma y la actitud han sido cualidades concretas que lo han llevado a recorrer múltiples rincones del mundo para traspasar sus conocimientos y mezclarlos con esa llama que siente en su corazón y que nunca dejará de encender: “Me he dado cuenta como ha ido ganando popularidad el tema de la naturaleza, y me mueve mucho saber de qué manera podemos encontrar mejores instancias para interactuar mejor con ella. Es un rol clave que quiero seguir cultivando con la fotografía y la documentación de vida silvestre”, concluyó Franco Elgueta a Austerra Society.

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