3.000 kilómetros en 3 meses: Diego Aguirre, el chileno que recorrió África Oriental en bicicleta

por Jun 6, 2025Destacados, Naturaleza, Outdoor, Portada

La travesía inició hace más de 1 año, cuando Diego Aguirre Pérez, oriundo de Calama, geólogo de profesión, decidió adentrarse en África junto a su bicicleta. Fueron cerca de 3 mil kilómetros desde la capital de Uganda, Kampala, hasta la isla de Zanzíbar. Para Aguirre, lo más importante no es solo llegar a la meta, sino disfrutar de las maravillas del camino. 

“Me pasaban cosas a diario, en algunos casos, pasaba por algún lugar y me cruzaba con jirafas, cebras -al lado mío- yo iba pedaleando en la bici, y ellas estaban ahí al lado del camino”, esos fueron de los momentos más eufóricos de Aguirre, que le permitieron entender la dimensión de cada kilómetro de viaje. 

Desde Irlanda hacia la isla de Zanzíbar 

El jóven calameño, de 34 años de edad, cuenta su atracción desde niño por conocer distintas culturas, “era fanático de los mapas y las banderas, entonces los viajes en bici fueron la manera perfecta entre descubrir nuevos lugares y hacer deporte», señala. 

El primer viaje comenzó en el año 2022, cuando Diego llegó a Irlanda con la intención de trabajar y aprender inglés. Respecto a los recursos que le permitieron llegar, de Chile a Irlanda, fue en primera instancia el trabajo en una minera en Antofagasta. Posteriormente, estando ya en el país europeo, el jóven calameño trabajó como cleaner o pizzero, permitiéndole ahorrar para cruzar hasta África. 

Foto de Diego Aguirre

“Me compré una bici, en Irlanda, con la intención de moverme por la ciudad, pero ahí se me ocurrió que podía empezar a viajar, llegar cada vez más lejos en bicicleta. Era principalmente para conocer el país, y la bici era una manera económica e independiente de poder conocer”, puntualizó Aguirre. 

Ya en 2023, comenzó la idea de viajar por el país africano, “empecé a hacerles preguntas a algunos europeos que ya habían realizado el viaje, revisando rutas y lugares, como toda la logística”, señaló Diego Aguirre, para dar el gran paso en diciembre del 2024. La elección de África como destino no fue casual. El viaje comenzó en Kampala, capital de Uganda, para pasar por Kenia, llegar a Tanzania, conocer las asombrosas Montañas de Usambara y terminar en la isla de Zanzíbar.

“Cuando le conté a mi familia, sobre el viaje, como -2 semanas antes- estaban preocupados obviamente, me preguntaron un poco si estaba loco”, señaló Aguirre, “les dije que ya estaba todo planificado, no era como irme así solamente, ya después se calmaron”. Además, por medio de su cuenta de Instagram, el jóven ciclista (@butinni) armó una especie de docureality, que permitió que su familia y seguidores pudieran disfrutar a la distancia, las postales y los lugares que Aguirre estaba conociendo.

Los primeros kilómetros

Aunque el viaje inició con un pequeño tropiezo cuando llegué a Uganda, surgió un problema -no llegó la bici- tuve que esperar dos o tres días más, llamando por teléfono”, el chileno destaca la hospitalidad y generosidad de las personas que lo recibieron, “lo que yo quería hacer era estar en el Gran Valle del Río, en los rituales, conocer a diferentes comunidades, por ejemplo: los rituales de circuncisión de los sabini, compartir con los Maasaí”. 

«Decidí abrir un link “invítame un café”, dónde te da propina si les gusta tu contenido (…) eso yo no lo esperaba en verdad». 

El continente ofrece una gran diversidad de culturas, paisajes y animales que despertaban la curiosidad del chileno, “al principio fue sentir que estaba explorando, sentir que era algo desconocido, por ejemplo, un día abrí la carpa y ahí -al frente- había una cebra pastando, esa adrenalina del momento, fue otra cosa, algo 100% nuevo para mi, ese tipo cosas impagables, todos los días era una experiencia nueva, fueron mis principales motivaciones de seguir y aprovechar cada kilómetro del viaje”

Además, la idea de recorrer un continente tan vasto y diverso,  le parecía un desafío emocionante y enriquecedor. “En general todos los lugares me sorprendieron, eran muy diferentes entre sí, por ejemplo, me movía 10 kilómetros de un lugar, y hablaban una lengua diferente, un dialecto distinto. La gente del norte, en Uganda es muy diferente a quienes viven en el Lago Victoria o en Kenia, sobre todo en ese sector, hay muchas tribus: los Kalenji, los Maasái”, señala Aguirre.

 

 

Foto por Diego Aguirre

Según la Organización de las Naciones Unidas (ONU), en todo el continente africano se hablan más de 2 mil lenguas, una cifra que representa alrededor del 30% de las lenguas de todo el mundo y específicamente, África Subsahariana está categorizada como una de la zonas del mundo con las lenguas más amenazadas, esto se debe no solamente a la comprensión popular de la lengua y cultura, sino también a la preservación de ambas, teniendo en cuenta que con el paso del tiempo, el número de integrantes de cada comunidad es menor. 

En cuanto a la fauna salvaje, a Diego Aguirre le entusiasmaba mucho la idea de ver animales en su estado salvaje. Aunque los científicos no han podido determinar la cantidad exacta de leones que habitan el territorio africano, se estima que ha desaparecido más del 90% de su rango histórico en África en los últimos 120 años. La estimación más común es de 20 mil leones, pero aún así, Aguirre tuvo la suerte de cruzarse con más de uno por su camino, “en una ocasión vi leones, como a 200 metros, leones salvajes, no los típicos de cuativerio que son visitados por los tours establecidos, cuando los vi ahí de alguna forma hice click y dije ¿dónde estoy?, ¿dónde ando metido?”.

Foto por Diego Aguirre

Financiar una travesía de semejante magnitud no fue fácil para Diego, quien asumió casi la totalidad de los costos del viaje, “empecé a viajar y mucha gente me empezó a decir que abriera una especie de canal o suscripciones para poder recibir ayuda económica y decidí abrir un link “invítame un café”, dónde te da propina si les gusta tu contenido (…) eso yo no lo esperaba en verdad”, señala Aguirre. 

De cara al futuro, Diego Aguirre ya vislumbra nuevos desafíos en territorio chileno, especialmente busca realizar una ruta por los Salares del Norte de Chile de la Región de Antofagasta para mostrar el impacto ecosistémico que estos están sufriendo. Pasará por el Salar de Ascotán, después el Salar de Atacama y Punta Negra y Pedernales, “hacer un ruta por todos esos lugares e ir mostrándoles, creo que los salares, independiente de la opinión que uno tenga de cómo es su explotación, tenemos que mostrar la belleza del lugar, para que la gente pueda ver su ecosistema”. 

Otros grandes, también se aventuraron a viajar, como lo es el caso de Luis Andaur que en su travesía de “Bicitantes”, recorrió desde la llamada Falla del Rift hacia las zonas de la etnia Afar, que controlan gran parte del noreste del país, además de Andaur fue en búsqueda del volcán Erta Ale o más conocido como “Las puerta del infierno”, uno de los lugares más hostiles del planeta. 

 

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