Dominique Charrier, la surfista chilena que se abre camino en el surf internacional

por Ago 29, 2025Destacados, Medioambiente, Naturaleza, Outdoor, Portada

He pasado toda mi vida rodeada de tablas, entre surfistas, entre olas increíbles. Mi mamá surfea y mi papá hace tablas de surf, así que lo ví desde pequeña, ahí comenzó todo”, recuerda Dominique Charrier, surfista chilena que ha estado destacándose en la escena nacional e internacional del surf de olas grandes. 

Hace unos días, Dominique se enfrentó a un nuevo desafío en las aguas peruanas: el campeonato Pico Alto Pro en Punta Hermosa. ¡Y la chilena se coronó campeona! Aunque la competencia tenía un formato distinto, con heats cronometrados y eliminación directa, logró adaptarse y superar cada ronda con gran determinación. ¡Felicitaciones, Dominique!

Campeonato Pico Alto Pro en Punta Hermosa.

Parte de los casi 30 cuchillos óseos hallados en Tanzania – Foto por Claudio Álvarez. 

Criada en Pichilemu, el corazón del surf en Chile, Dominique creció en un lugar que ha visto nacer a cientos de surfistas nacionales. Sus olas de clase mundial invitan tanto a turistas como a locales a sumergirse en este increíble mar y descubrir sus diversos ecosistemas marinos.

Infancia de Dominique en la Capital del Surf.

«Tengo varios recuerdos con mis amigos; jugábamos mucho entre las rocas, íbamos a nadar y a saltar. Creo que esas experiencias nos ayudaron a ganar mucha confianza en el mar. Terminábamos con tanta sal en los ojos que apenas podíamos ver», recuerda con nostalgia la surfista.

En 2014 Dominique con su familia realizaron un viaje que les cambió la vida. “Fuimos a Perú y fui con mi primera tabla de fibra, y ahí empecé a surfear olas solita  más que nada de lado”. Este progreso se dio en las cálidas y acogedoras costas peruanas, donde las olas, más bien pequeñas, invitaban a adentrarse en un inmenso mundo lleno de posibilidades.

Dominique en el agua. 

En 2024, la surfista chilena obtuvo el segundo lugar en la categoría biggest paddle wave de Big Wave Challenge de la revista Surfer Magazine. Reconocida por ser la ola más grande remada por una mujer. En el mismo año, Dominique tuvo la oportunidad de competir en el Red Bull Magnitude, su primera competencia internacional de olas grandes. 

Categoría Biggest Paddle Wave de Challenge de la revista Surfer Magazine. 

El evento se llevó a cabo en Hawaii. La instancia destacó por ser un espacio para que muchas mujeres pudieran compartir este deporte. “Fue ver una estela rosada. Entrar al mar y ver a tantas mujeres en el agua, creo que fue increíble, me sentí muy acompañada y apoyada por otras mujeres que también se dedican a esto, creo que todo eso llevó a que fuese una de mis mejores sesiones”, comenta Dominique, convencida de que el mar es para todas.

“Había surfeado esa ola unos días antes de que dieran luz verde del campeonato y eso me permitió, hacer una estrategia, adentrarme lo más arriba posible y esperar la ola, disfrutar lo más posible mi primera competencia”, señala la surfista. Además, “era una instancia llena de grandes amigas, mujeres que admiraba hace mucho tiempo. Representar a Chile fue la mejor sensación”, recuerda. 

“Estas instancias permiten abrir cada vez más las puertas a otras mujeres, a que cada vez más niñas se atrevan y se adentren en nuestras costas y sobre todo disfruten de este hermoso deporte”, reflexiona Dominique. 

“Crecí viendo el ceremonial Campeonato de Olas Grandes en Punta de Lobos, y nunca vi a una mujer participando”, destaca. Hoy, Dominique no solo busca llevar el nombre de Chile a lo más alto del ranking, sino también ser parte de las mujeres que ya están haciendo historia. Actualmente, se ha convertido en la primera chilena en dedicarse profesionalmente al surf de olas grandes.

Navaja Opinel.

«Conozco bien el mar; aunque nunca puedes confiarte, es impresionante observar y reconocer los cambios de marea. Esa conexión se construye con el tiempo, solo necesitas horas dentro del agua. Yo sentí algo especial, como si el mar me hablara: me dijo ‘ten paciencia’, y después llegó mi ola. Es difícil de explicar”, relata la surfista.  

Aunque esa conexión no solo la viven los surfistas; muchos trabajadores que viven codo a codo  con el mar —pescadores, navegantes o buzos— entienden esa misma complicidad, ese diálogo silencioso que surge con los años de entrega y respeto al océano.

Chile se caracteriza por sus increíbles olas, desde la altura hasta la magnitud de los tubos que se crean en diferentes costas de nuestro país. “El frío aunque puede ser malo, hace que sea una ventaja para nosotros, nos levantamos temprano y muchas veces hay 5 o 6 grados. Es un buen entrenamiento, por ejemplo, cuando fui a Hawaii era ponerte el bikini, el chaleco y listo, al agua, era un sueño”, afirma Charrier.

Los últimos 4 años sobre una tabla han sido de gran aprendizaje. Hace unas semanas, la surfista se dirigió a Brasil, para competir en el Itacoatiara Big Wave, en Rio de Janeiro, un campeonato de tow in, en el que una moto de agua te remolca a la ola. “No tenía mucha experiencia haciendo eso, y la última vez, el año pasado, choqué con una moto y me quebré las costillas, fui con harto miedo, pero fue una experiencia muy buena, aprendí muchísimo”, indica Charrier. 

A pesar de ello, la chilena logró avanzar hasta la final y se quedó con el cuarto lugar de la competencia, sumando además una valiosa experiencia.

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