«Cachalote»: La innovadora embarcación de Chiloé que ganó premio internacional de tecnología e innovación marítima

por May 23, 2025Destacados, Medioambiente, Naturaleza

Durante la Monaco Ocean Week 2024, el «Cachalote«, un innovador yate de Filantropía Cortés Solari, construido íntegramente en la península de Chiloé por el astillero NavikChile, fue galardonado con el Explorer Award, por un jurado de expertos internacionales. Este reconocimiento destaca su diseño centrado en la sostenibilidad y el cuidado del medioambiente, en particular, trazabilidad, baja emisión de CO2 y reducción de acustica. En ese sentido, el Cachalote es la unica embarcación en su estilo a contar con la Certificacón Sea Index, que indica ccc. 

Gracias a su enfoque vanguardista, la embarcación ha marcado un hito pionero en América Latina, replanteando el liderazgo de la región en la conservación oceánica a nivel global y la capacidad para levantar industrias maritimas sustentables.

El «Cachalote» | Fotografía de Marcos Zegers. 

En el marco de la Blue Week Los Lagos 2025, que se realizó del 12 al 16 de mayo pasado, con la misión de posicionar la Patagonia chilena como un centro global para la Economía Azul, Filantropía Cortés Solari tuvo una participación activa en diversas instancias.

De esta forma, la Mesa de Innovación y Ecosistema Azul acogió la presentación de la que es la primera embarcación científico-industrial de Chile. Esta iniciativa, impulsada por la visión de Francisca Cortés Solari, Fundadora y Presidenta Ejecutiva de Filantropía Cortés Solari, ha obtenido la certificación SEA INDEX por su bajo nivel de emisión de CO2.

“Es un orgullo que un esfuerzo chileno sea reconocido por su carácter innovador, tecnológico y por su compromiso ambiental. Esto permite mostrar al mundo la capacidad industrial de nuestras regiones y del país”, mencionó Francisca Cortés Solari, conservacionista y Fundadora y Presidenta Ejecutiva de Filantropía Cortés Solari, quien visionó esta embarcación, junto a los expertos de NavikChile, con el objetivo de demostrar que sí es posible avanzar hacia una industria marítima sostenible.

El prestigioso premio obtenido por el Cachalote, parte de los Explorer Awards La Belle Classe Superyachts, el cual se entrega desde 2018, reconoce a aquellas embarcaciones, astilleros y propietarios que demuestran un fuerte compromiso con la protección del medio marino, ya sea a través del diseño de sus yates, sus componentes, desarrollo tecnológico o uso.

Durante la Monaco Ocean Week 2024, el «Cachalote» fue galardonado con el Explorer Award, por un jurado de expertos internacionales | Cortesía de Filantropía Cortés Solari. 

El «Cachalote» se distingue de otras embarcaciones de su tipo por ser significativamente más amigable con el planeta, gracias a innovaciones clave en tres aspectos principales.

“El primero tiene que ver con la combinación de motores, velas y hélices de paso variable, lo cual reduce significativamente el consumo de combustible del yate. También, gracias a la incorporación de paneles solares, el consumo energético del barco es muchísimo más eficiente. Y, por último, en materia de aislación, se incorporó tecnología en todo el casco para reducir al máximo los ruidos y vibraciones que se producen desde el yate hacia el agua”, detalló Natalia Assler, diseñadora industrial y socia de NavikChile.

El «Cachalote» incorpora tecnología de punta para la protección de la vida marina. Un ejemplo clave es su sistema de sensores diseñado para prevenir posibles colisiones con cetáceos y otra fauna marina. Esta característica es especialmente relevante para Fundación MERI, parte de Filantropía Cortés Solari, institución que durante 15 años ha investigado el impacto del tráfico marítimo sobre las ballenas.

Francisca Cortés Solari destaca que esta iniciativa demuestra la viabilidad de construir embarcaciones sostenibles para abordar de manera efectiva los desafíos del tráfico marítimo y su impacto en la biodiversidad.

Por otro lado, señala que, como familia con visión empresarial y compromiso con la conservación, su objetivo fue desarrollar un proyecto tecnológico que permitiera una aproximación integral de la sostenibilidad. Esto implicó no solo incorporar una gran cantidad de tecnología avanzada en Chile, sino también formar a expertos locales, chilotes, en la materia, combinando oficios ancestrales y tecnología de punta.

Francisca Cortés Solari en el «Cachalote». Construcción por el astillero NavikChile | Fotografías de Marcos Zegers. 

La historia del Cachalote

En su mente resonaba una pregunta, casi una exclamación de perplejidad: «¿Cómo es posible que Chile haya perdido su cultura oceánica?».

Francisca es una filántropa chilena que lleva más de 20 años promoviendo el desarrollo integral y sostenible de su país, a través de la ciencia, la educación, la cultura y la conservación.

Chile se extiende a lo largo de la costa oeste de Sudamérica, con una impresionante extensión de 6.500 kilómetros bañados por el Océano Pacífico. Además, dentro de su territorio se encuentra Rapa Nui, mundialmente conocida como Isla de Pascua, ubicada en el extremo sureste del Triángulo Polinesio. A pesar de esta profunda conexión con el océano, cuando la mayoría de la gente pensaba en construir un elegante velero a motor de 26 metros, Chile no era el primer lugar que venía a la mente. Pero Francisca Cortés Solari no es como la mayoría de la gente.

Durante dos décadas ha dedicado su vida a impulsar un desarrollo integral y sostenible para su tierra, tejiendo ciencia, educación, cultura y conservación en cada uno de sus proyectos. Y esta vez, su anhelo se enfocó en rescatar algo de la olvidada conexión con el mar.

“La modernidad nos ha alejado de nuestra tradición marina y marinera. Aunque fuera más complejo, quería construir algo que impregnara la arquitectura y el espíritu de mi país y que estuviera construido a la manera tradicional de los chonos”, mencionó Cortés Solari.

En su mente, revivía la imagen de los chonos, esos nómadas marinos que habitaban la Patagonia occidental. Eran cazadores y recolectores que navegaban los intrincados canales del sur en sus hábiles canoas de madera: las dalcas.

Aunque en sus inicios pensó en construir un barco de madera similar a los de los chonos, su deseo de navegar por todos los rincones del mundo, incluyendo la indómita Antártida, la obligó a optar por un resistente casco rompehielos, para lo cual se necesitaba acero; un compromiso que aceptaba de buen grado si podía mantener la estética tradicional.

Para concretar el proyecto de su explorador, recorrió el sur de Chile hasta encontrar el astillero ideal: Navik Patagonia, en la isla de Chiloé, fundado en el año 2000 por el navegante y diseñador industrial Vicente Zegers junto a su esposa, la diseñadora industrial Natalia Assler.

El «Cachalote» | Fotografía de Marcos Zegers.

Combinando su experiencia en construcción de yates y diseño de interiores, Zegers y Assler formaron un equipo que inicialmente se dedicó a construir motoveleros de madera. Con el tiempo, su visión evolucionó hacia la creación de un explorador robusto, perfectamente adaptado a las complejas aguas patagónicas, para lo cual realizaron estudios exhaustivos de las condiciones marítimas locales.

Cuando Francisca Cortés Solari los contactó, Navik Patagonia le presentó los planos iniciales del Patagonia Explorer 80, diseñado en colaboración con una empresa holandesa de diseño y arquitectura naval. Impresionada por el diseño y su deseo de trabajar con artesanos locales, decidió encargar la construcción del primer casco.

El proceso de construcción involucró a 30 artesanos locales que trabajaron la estructura de madera inspirándose en los emblemáticos palafitos de la isla, combinándola con un resistente casco de acero.

“El encuentro con Navik fue el momento perfecto. Compartían mi visión y abordaron la construcción como si fuera su propio proyecto de pasión. Así supe que invertirían energía y tiempo en darle vida”, mencionó la filántropa.

Entregado en 2021, el «Cachalote» es un explorador con casco de acero y una superestructura de aluminio, que incorpora distintivas costillas de madera y un amplio voladizo también de madera. Su diseño evoca las construcciones con entramado de madera de la arquitectura chilena y los característicos palafitos de Chiloé.

Desde el punto de vista de la sostenibilidad, la capacidad de navegación a vela del barco contribuye a un bajo consumo de combustible, complementado por los paneles solares Sunbeam en el techo que alimentan los sistemas de a bordo. Su cubierta exterior de Flexiteek está diseñada para resistir las duras condiciones climáticas de la Patagonia, desde inviernos fríos y húmedos hasta veranos intensos.

El «Cachalote» | Fotografía de Marcos Zegers.

Para la filántropa Francisca Cortés Solari, cuyo trabajo durante 15 años se ha centrado en el impacto del tráfico marítimo en las ballenas, es crucial que las vibraciones y los niveles de ruido se mantengan al mínimo, lo cual se logra gracias al silencioso sistema de estabilización DMS de la embarcación.

Cortés Solari señaló que “las ballenas son una de las principales especies bajo amenaza antropogénica en la Patagonia, afectadas en gran medida por la contaminación acústica del tráfico marino y los revestimientos antiincrustantes tóxicos utilizados en los barcos. Pero el mayor peligro es la cantidad de colisiones que se producen entre ballenas y embarcaciones en aguas costeras”. Así fue como su visión se enfocó en construir un barco que incorporara tecnologías innovadoras para ayudar a mitigar ese tipo de daños y demostrar que un cambio de conciencia es posible en la industria.

En su viaje inaugural, la embarcación exploró los alrededores de la isla de Chiloé, en el golfo de Corcovado, al norte de la Patagonia. Lamentablemente, un accidente ecuestre impidió que Cortés Solari pudiera unirse a esta primera travesía. Sin embargo, para el segundo viaje, ella estaba preparada para poner a prueba las capacidades del «Cachalote» en los desafiantes campos de hielo del norte de la Patagonia.

Desde ese entonces, el barco ha navegado tres veces por el sur de Chile con Francisca al timón, y en términos de prototipos, el «Cachalote» ha demostrado ser un verdadero éxito.

Sin embargo, sostuvo que, a pesar de que Chile se ha consolidado como una de las economías más sólidas de Latinoamérica, el sur del país continúa siendo un destino poco conocido para aquellos viajeros en busca de aventura y exploración.

“Mi esperanza es que con la construcción de Cachalote podamos enarbolar la bandera de la experiencia chilena en construcción naval y revitalizar nuestras tradiciones marineras”, concluyó la empresaria.

Hasta el momento, el «Cachalote» ha surcado las aguas de diversos parajes de la Patagonia, como la Isla de Chiloé, el Golfo del Corcovado y la impresionante Laguna de San Rafael.

Más allá de sus travesías, esta iniciativa se concibió desde un principio con la idea de ser replicable. Esto significa que, en el futuro, podrían construirse otras embarcaciones, «crías» del «Cachalote», que compartan su enfoque de sostenibilidad. Uno de los objetivos fundamentales de este proyecto es precisamente impulsar la capacidad científica y tecnológica en países en desarrollo, facilitando la transición hacia modelos de consumo y producción más amigables con el planeta. 

El «Cachalote» | Fotografía de Marcos Zegers.

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