Día mundial de las aves playeras: un 50% está disminuyendo su población

Cada 6 de septiembre agrupaciones de conservación, aficionados y amantes de las aves, se reúnen para celebrar el día mundial de las aves playeras. Esto para generar conciencia y pensar en cómo conservar estas especies y sus hábitats, las cuales disminuyen cada vez más rápido. Según estudios recientes, un 50% de estas aves está disminuyendo su población a causa del cambio climático y la degradación de su hábitats por causas humanas.

Tomás Ortega – Ángel Fondón

Septiembre 6, 2020

Chorlo Nevado-Vicente Pantoja

Se estima que hay 217 especies de aves playeras en el mundo, de este total, 81 viven y recorren el continente americano durante toda su vida en búsqueda de alimentos y mejores condiciones climáticas. El Playero ártico -por ejemplo- pasa su vida volando entre el ártico canadiense y Bahía Lomas en Tierra del Fuego recorriendo cerca de 30.000 km anuales. “Personalmente, las considero aves admirables. Nos muestran la cara más increíble de la vida silvestre con migraciones kilométricas que, en algunos casos, van de un extremo del continente a otro en pocos días. Son esfuerzos fuera de la capacidad de cualquier humano”, dice Franco Villalobos, asistente de coordinación de la Red de Observadores de Aves y Vida Silvestre de Chile (ROC)  en donde es parte del programa de aves acuáticas y humedales, y parte del equipo de coordinación del proyecto Red para la protección de las aves playeras.

Desde 2014 se celebra el día mundial de las aves playeras para recordar las amenazas que viven de manera habitual estas especies. Existe una fuerte disminución que puede generar incluso la extinción definitiva en muchas de ellas. Esto es producto de situaciones antrópicas que corresponden, principalmente, a cambios en el uso de suelo y con eso el deterioro de superficie de los humedales. Otra amenaza es la visita de personas al borde costero, por la contaminación que provocan.

Playero Blanco – Pablo Gutiérrez

Aves amenazadas en Chile

La situación en Chile no es distinta a la del resto del mundo. De hecho ya hay varias especies de este grupo de aves que han sido recientemente clasificadas por el Ministerio del Medio Ambiente como especies en peligro. La becacina pintada  que vive en los humedales del cono sur de Sudamérica, está casi extinta en Chile. Antiguamente se podían encontrar ejemplares de esta especie en los humedales entre la región de Coquimbo y la región de Los Lagos. Sin embargo, recientemente existen pocos sitios con registros regulares, siendo el complejo de humedales de Lampa-Quilicura el más relevante de ellos, pudiendo haberse extinguido en el resto de su distribución.

Otro caso es el chorlo de magallanes, el cual se mueve cada año desde Buenos Aires a Tierra del Fuego. Esta ave cuenta con una pequeña población a nivel global, estimada  según Birdlife International entre 1500-7000 individuos, y está fuertemente amenazada por la desecación de las lagunas que utilizan para su reproducción. Además, la destrucción y la degradación de los pastizales naturales en la Patagonia por el pastoreo de ganado introducido pueden haber tenido algún impacto en la zona de reproducción continental. También son vulnerables a la perturbación humana, depredación por gatos y perros asilvestrados y degradación del hábitat estuarino debido a los derrames de petróleo, basuras y aguas residuales.

Chorlito cordillerano – Gabriela Contreras

Principales amenazas

Las causas del porqué estas poblaciones de aves playeras están disminuyendo son variadas, pero todas tienen algo en común: la presencia e intervención del ser humano no pasa inadvertida.

Cambio climático: El cambio en las condiciones climáticas es un factor importante en la disminución de estas aves. Regiones húmedas que han pasado a ser secas hacen que el hábitat de estas aves se vea diezmado y ya no puedan encontrar en ellas los recursos que habitualmente utilizaban. Al mismo tiempo, el aumento del nivel del mar y la consiguiente desaparición de sitios de nidificación ha aportado a la disminución de este carismático grupo de aves.

Pérdida del hábitat: Los humedales se han visto constantemente amenazados por cambios de uso de suelo para desarrollar proyectos inmobiliarios. Además, esos ecosistemas valiosos para las aves playeras son amenazados por microbasurales, drenado y mal manejo del agua. Las aves migratorias y residentes están programadas genéticamente para detenerse y descansar en ciertos humedales a lo largo de las costas del pacífico, por lo cual cualquier intervención las desorienta y afecta a la especie completa.

Las acciones irrespetuosas en sus épocas de reproducción: Las playas son sitios en donde algunas de estas aves nidifican, es por esto que personas que ingresan sus vehículos 4×4 ahuyentan, destruyen sus nidos y en consecuencia sus huevos. Incluso, camionetas, jeeps y cuatrimotos, atropellan y aplastan a los pichones de estas especies al transitar por playas, humedales y dunas.

“Tal vez de una mirada más antropocentrista, los sitios que este grupo de aves utiliza para las distintas etapas de su ciclo de vida, como humedales, pastizales, vegas y bofedales altoandinos, entre otros, también son importantes para nuestra supervivencia. Cuidar y proteger a las aves playeras y sus hábitats es, al mismo tiempo, asegurar la provisión de servicios ecosistémicos como agua, control de inundaciones, protección contra marejadas o captación de co2”, dice preocupado Villalobos, de la Red de Observadores.

Chorlo chileno – Vicente Pantoja