Más de 60 cumbres, un intento al monte Lhotse y una pasión inquebrantable: la ruta de la montañista chilena Paula Cofré

Por más conectada con el deporte que estaba desde pequeña, Paula Cofré (@pausaphier) nunca imaginó que una salida en trekking en el Salto de Apoquindo, Chile, cambiaría el rumbo de su vida. “Lo disfruté tanto que sentí un clic automáticamente. A partir de esa experiencia, todos los fines de semana empecé a subir cerros sagradamente”, recuerda. Desde entonces, ascender montañas se ha vuelto parte de su rutina. Primero fueron los cerros clásicos de Santiago, para luego sumar cumbres cada vez más exigentes.

Aquella pasión por la vida deportiva que tanto caracteriza a esta joven de 29 años, le ha permitido completar más de 60 ascensos en modo rápido, competir en diversas carreras de trail running, y construir una vida donde el movimiento es su eje central. Todos los días se asegura de entrenar; a veces antes de su trabajo, y otras en las tardes.

Créditos: Paula Cofré.

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Pero lo que realmente marca a Paula no es solo su rendimiento físico, sino su forma de pensar. Cree firmemente en que la constancia es el motor de todo logro. “Realmente ayuda a llegar a donde tú quieres y te demuestra que eres más fuerte de lo que creías ser”, asegura. Su mentalidad es clara: está constantemente desafiando sus capacidades y saliendo de su zona de confort. “Llegar a la cumbre es tremendo, pero creo que va más allá de eso. Para mí es darse cuenta de que uno está superándose a sí mismo, avanzando más allá del límite pensado”.

Esta increíble mentalidad la llevó al Himalaya en 2024. Su objetivo era ascender el monte Lhotse (8.516 msnm.), la cuarta montaña más alta del mundo, sin oxígeno suplementario. El resultado fue un intento que, si bien no terminó en la cima, le dejó una profunda marca. “Me di cuenta de que estaba fuera de mis capacidades. Aceptar eso es difícil. Aunque justamente me enseñó a no subestimar algunas cosas”, comparte. El frío extremo, la altura y la tos la obligaron a detenerse. No fue así una derrota.

Créditos: Paula Cofré.

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Desde sus inicios en 2017 -cuando este camino comenzó a consolidarse- hasta la actualidad, Paula ha alcanzado otras cumbres emblemáticas: el Cerro Aconcagua (6.962 msnm.) en Argentina; el Volcán Ojos del Salado (6.893 msnm.) en Chile, y el Mont Blanc (4.810 msnm.) en Francia. Particularmente, este último -logrado en junio de 2023- posee un gran significado en su corazón.

Cuando era niña, había viajado de Francia a Suiza con sus papás. Relata un recuerdo exacto: estaban en un bus cuando les señalaron el Mont Blanc, la cumbre más alta del país y de los Alpes. “Jamás pensé que lo subiría”, se sincera. De pequeña, Paula nunca tuvo una fuerte cercanía con la montaña. Sin embargo, al crecer y llegar a su cumbre en una travesía en solitario, le simbolizó una bonita conexión con su infancia; un reencuentro con aquella niña que, desde la ventana de un bus, observaba la inmensidad de un monte, sin saber que algún día estaría en su cima.

Créditos: Paula Cofré.

Ahora, sobre el resto de sus historias, cuando subió el Aconcagua en 2022 -por ejemplo- lo logró en tan solo cinco días. Sin guías ni asistencias. “Fue muy bonito porque, junto a mi amigo Víctor, quedamos en armar nuestra propia expedición autosuficiente. Lo logramos por nuestros propios medios”, afirma. Su estilo autónomo -aunque no en soledad- es un reflejo más de su forma de vivir el deporte: con plena autoconfianza y trabajo interno solo desarrollado a través del ensayo y error.

Es evidente que, en la montaña, todo depende de uno: desde investigar sobre los factores externos, hasta decidir cuándo avanzar o dar la vuelta y asumir que ya es momento de descender. “Antes de un recorrido, analizo todo. Veo el clima, descargo la ruta, reviso el equipo técnico. Todo esos detalles hay que tomarlos muy en serio. No hay margen para improvisar”, enfatiza.

Créditos: Paula Cofré.

Créditos: Paula Cofré.

A lo largo de la inspiradora trayectoria de Paula Cofré, el apoyo de Andesgear (@andesgear) ha sido fundamental para seguir empujando sus propios límites. “Siento que es una marca infinitamente comprometida. Además, para mí todos sus productos son lo mejor. Tienen un tremendo equipo de montaña y outdoor”, sostiene. Precisamente, la calidad es vital, porque “te permite confiar y externalizar todo tu potencial en las expediciones. Hace la diferencia entre ir y volver seguro, y atreverte a dar pasos sin dudar de, por ejemplo, tus botas o crampones. Ese tipo de elementos te apañan en todas”. Asimismo, agradece sentir que a Andesgear realmente le interesan sus proyectos a futuro.

Además de su relación con la marca, Paula ha construido una increíble red de amistades. “En la montaña hay una magia única. Uno siempre se preocupa de que el otro esté bien. Nunca he visto a gente envidiosa. Al contrario: nos motivamos mutuamente. Todos nos vamos potenciando a seguir siendo más power”, cuenta. Ella misma asegura inspirarse a partir de los demás, al observar que sí se puede alcanzar más.

Créditos: Paula Cofré.

Créditos: Paula Cofré.

Hoy tiene diversas metas: subir el Nevado Alpamayo (5.947 msnm.) en Perú, el Volcán Chimborazo (6.263 msnm.) y el Volcán Cotopaxi (5.897 msnm) en Ecuador, y el Volcán Puntiagudo (2.493 msnm.) en el sur de Chile. Espera volver a Europa para completar las cumbres pendientes, como la montaña más alta de Austria. Y, por supuesto, para volver a intentar el icónico monte Lhotse.

Aunque, más allá de sus logros deportivos, hay algo más profundo que conecta a Paula con la montaña: su conexión con la naturaleza. “Los beneficios que te entrega entrenar afuera son increíbles: te sacan de la monotonía, te llevan a intentar cosas distintas en mundos diferentes y, por sobre todo, te hacen sentir inmensamente feliz”, concluye.

Créditos: Paula Cofré.

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