Tras las huellas del cosmos: la historia de Carina Letelier, la primera astrofotógrafa chilena en ser reconocida por la NASA

por Nov 4, 2023Medioambiente

No sólo los astrónomos son quienes exploran y estudian lo vasto del universo, hoy en día existen muchos fotógrafos que dedican su vida a capturar la belleza de las estrellas, los planetas y los misterios cósmicos que nos rodean. Una de ellas es Carina Letelier, una apasionada del cielo nocturno que encontró su vocación en el arte de la astrofotografía. Desde la casualidad hasta la obsesión por el cosmos, su viaje la convirtió en la primera astrofotógrafa chilena y latinoamericana en ser reconocida por la NASA.

El inicio casual de un viaje cósmico

La historia de Carina en la astrofotografía comenzó de manera casual. Desde que se tituló como ingeniera civil industrial siempre trabajó en su rubro, pero su vida dio un giro cuando compró su primera cámara réflex. En ese entonces no tenía ningún tipo de experiencia en la fotografía y disparaba en modo automático, pero al ver las impresionantes imágenes que otros tomaban del cielo – de aquello que se ve tan lejano – se sintió intrigada.

Un día, mientras veía las noticias, Carina se enteró de un evento astronómico y decidió intentar capturarlo con su cámara. A pesar de las dificultades iniciales, esta experiencia desencadenó su interés en la astrofotografía. Decidió aprender todo lo que pudiera sobre esta forma única de arte y ciencia.

“Dije, mira, ¿qué tan difícil puede ser? Horrible”, cuenta Carina entre risas sobre su primera incursión al Cajón del Maipo para hacer algunas fotos de la lluvia de estrellas que iba a ocurrir esa noche. “No logré absolutamente nada. Pero me quedó el bichito. Esa cámara la  iba a vender, había pasado un año acumulando polvo. Esa era la última oportunidad para ver si no la vendía. Pero ese intento de fotos me provocó algo y fue como no, no me la va a ganar».

El fin de semana siguiente, después de haber leído minuciosamente el manual de la cámara de principio a fin, volvió al Cajón y subió más allá de lo que conocía. Estaba decidido, sabía que esto era lo suyo. Finalmente, después de mucho esfuerzo y dedicación, logró tomar su primera foto. Esa imagen marcó el comienzo de su apasionante viaje en el mundo de la fotografía.

Cari cazando a punto de capturar un cometa. Fotografía cortesía de Carina Letelier.

El camino de la autoeducación y la obsesión

Carina se sumergió en el mundo de la astrofotografía de forma autodidacta. Leyó manuales completos y buscó información en internet para comprender los conceptos y la técnica necesarios. Mientras continuaba con su trabajo en ingeniería, pasaba su tiempo libre explorando el cielo y experimentando con su cámara. Esta etapa de su vida la marcó profundamente, y la obsesión por la astrofotografía la llevó a tomar decisiones importantes.

Después de un año de aprendizaje y práctica, en 2018 Carina decidió dedicarse por completo a su pasión y renunció a su trabajo como ingeniera. Esto no fue una decisión fácil, ya que significó dejar atrás una vida estable y enfrentar un futuro incierto. Sin embargo, su amor por la astrofotografía la impulsó a tomar este riesgo.

Carina no solo se centró en su propio crecimiento como astrofotógrafa, sino que también se convirtió en una educadora y defensora de esta forma de arte. Comenzó a ofrecer talleres y workshops nocturnos para enseñar a otros cómo capturar las maravillas del cielo nocturno. A medida que enseñaba, también seguía aprendiendo, lo que la ayudó a mejorar sus propias habilidades.

Para la fotógrafa, una de las habilidades más importantes en la astrofotografía son la paciencia y la perseverancia. Las condiciones pueden ser impredecibles, y la paciencia es clave para capturar esos momentos mágicos en el cielo estrellado. Además, la comprensión de la fotografía y la astronomía es esencial, ya que se deben aplicar conceptos técnicos y científicos para obtener resultados impresionantes.

Volcán Villarrica y Chemamull. Fotografía de Carina Letelier.

El equipo de un astrofotógrafo

Un aspecto crucial en la vida de un astrofotógrafo es su equipo. Carina ha ido adquiriendo su equipo de forma gradual y autónoma. Comenzó con una cámara sencilla y, con el tiempo, ha avanzado hacia cámaras más especializadas para la astrofotografía. Entre su equipo se encuentran cámaras Nikon, cada una con un propósito específico.

Entre ellas una cámara Nikon D810A modificada especialmente para capturar mejor la luz de los nebulosos de hidrógeno en el cielo. Esta modificación la hace más sensible a estas longitudes de onda, lo que le permite capturar detalles asombrosos en el cielo nocturno.

“Me voy con una mochila que pasó por maleta para poder andar con todo mi equipo. Siempre viajo con tres trípodes y tres cámaras. No ha sido fácil  adquirir equipo. Ha sido de a poquito y todo lo he adquirido por las mías. Aún nada de auspicio, pero cada vez estoy más cerca de tener conformado mi equipo soñado. Yo partí con una cámara muy sencilla y a todo el mundo le recomiendo partir así”, afirma Carina.

Quebrada de Pinte, Valle del Tránsito Atacama. Fotografía de Carina Letelier. 

El viaje hacia las auroras boreales 

Sin embargo, su carrera alcanzó otro nivel cuando descubrió el canal de YouTube del fotógrafo colombiano Mario Carvajal. Fascinada por las imágenes de auroras que compartía, decidió agregarlo como amigo en Facebook. En ese momento, Mario estaba inmerso en aprender a capturar fotografías en formato 360 grados y había publicado en su perfil que estaba buscando a personas dispuestas a cazar auroras en Islandia durante 10 días.

Cuando Carina leyó el anuncio, no dudó en unirse a la búsqueda de Mario. Como él, estaba dispuesta a enfrentar el frío, el cansancio y largas horas de conducción en camper-van para presenciar y fotografiar las auroras boreales. Durante los 10 días en Islandia, tuvieron la suerte de presenciar ocho noches con auroras.

La química entre ella y Mario fue inmediata, y ella compartió su sueño de comprender y capturar las auroras para ofrecer viajes guiados a Islandia. Mario, quien ya trabajaba con una agencia de turismo en el país, discutió la posibilidad de colaborar en futuros viajes de auroras. Esta colaboración se concretó cuando Carina finalmente logró el reconocimiento de la «Astronomy Picture of the Day» de la NASA por dos de sus fotos de auroras. Fue la primera mujer chilena y latinoamericana en obtener dicho reconocimiento.

El éxito con la NASA marcó el comienzo de su negocio de astroturismo, y Carina y Mario se asociaron para organizar expediciones a Islandia. Han completado seis exitosas expediciones hasta el momento y planean continuar expandiendo su negocio.

Carina Letelier y Mario Carvajal capturando auroras en Islandia. Fotografía de Carina López.

The Artic Henge, fotografía reconocida por la NASA el 4 de julio de 2023. Fotografía de Carina Letelier.

El camino por delante

Carina también destacó la belleza y el potencial de los cielos chilenos, especialmente en el desierto de Atacama, donde se pueden observar algunos de los mejores cielos del mundo para la astronomía. Mencionó la importancia de promover el astroturismo y la astrofotografía en Chile, señalando que hay un gran potencial en el país para este tipo de turismo y que los cielos chilenos son comparables a los de otros lugares famosos por su astronomía.

Asegura que su deseo es utilizar su trabajo para promover la conciencia medioambiental e inspirar a más mujeres a unirse a la astrofotografía y la astronomía, contribuyendo a un campo que ha sido históricamente dominado por hombres.

Carina Letelier ha recorrido un largo camino desde sus humildes comienzos en la astrofotografía. Su dedicación, obsesión y amor por el cosmos la han llevado a convertirse en una experta en su campo y una apasionada educadora. Su viaje es un testimonio de cómo la curiosidad y la perseverancia pueden abrir las puertas a un mundo de maravillas en el espacio profundo.

Últimas Historias