La trayectoria de Gina Alvarado, reconocida escaladora y montañista chilena con más de 30 años de experiencia

por Abr 9, 2024Medioambiente, Naturaleza, Outdoor

Garra, esfuerzo y determinación son las palabras que definen la personalidad de Gina Alvarado (@escala.gina), la reconocida montañista chilena de 66 años que sigue persiguiendo sus sueños y disfrutando diariamente de su pasión: la escalada. Con más de 30 años de experiencia practicando esta disciplina, destaca dentro del montañismo y como docente deportiva en el Club Alemán Andino de Providencia (RM).

La montañista conectó con la naturaleza por primera vez a sus seis años en un paseo familiar a Codpa, al sur de la región de Arica y Parinacota -lugar donde vivió hasta sus nueve años-. Para cualquier niño norteño, ver llover es una experiencia única e irrepetible imposible de borrar; y este fue el caso de Gina, quien junto a sus primos se emocionó profundamente al ver este fenómeno natural que, en aquella época, era casi imposible de observar. Perdida en la belleza del paisaje, las quebradas y montañas, la atleta decidió pasar más tiempo al aire libre y revivir la sensación.

Un viaje al pasado con Gina Alvarado | @escala.gina

Motivada por su padre, quien era amante de la naturaleza y el deporte, Gina destacó en la disciplina de salto largo hasta sus 23 años, momento en el que se reencantó de la montaña y nunca más la soltó. En la década de los 80’s inició con la escalada tradicional para terminar en la deportiva luego de un tiempo, paralelo con sus estudios de Pedagogía en Artes Visuales en la Universidad de Santiago, y realizó cursos básicos que la llevaron a mejorar en este deporte.

Un día acompañó a sus amigos a escalar, e inesperadamente, tuvo su primer acercamiento a la escalada deportiva con tan solo 25 años:

«Yo pensé que iba a mirar y terminé escalando. Cuando llegué arriba todos me aplaudieron, y sentí la alegría de que era capaz, y no me dio miedo porque estaba muy segura de mí misma, recuerda Gina con alegría.

Luego de esta enriquecedora experiencia participó en su primer campeonato y lo ganó, lo que la motivó a seguir impulsando su talento en las alturas.

De sus primeras escaladas en los 80’s en tradicional | @escala.gina

Pero uno de los hitos más destacables de su trayectoria fue la escalada en el Alpamayo en Perú, una montaña de la cordillera de los Andes ubicada dentro del parque nacional Huascarán. Con una altitud de 5947 m s. n. m., conforma una pirámide de hielo casi perfecta, la cual se distingue por su simetría y aspecto; donde Gina fue una de las primeras mujeres en enfrentar el desafío, con todo en contra.

Subió con un español, alternando los largos para llegar a la cima. Gina quedó tan enamorada de aquella sensación que volvió a la montaña andina -la cual ha visitado seis veces en total-. Pero en la quinta oportunidad abrió la ruta Hispano-Chilena, la cual perdura hasta la actualidad:

La Madre Tierra y los dioses me dieron la oportunidad, porque fui tan perseverante en ir para allá que pudimos abrir esta ruta que sigue hasta el día de hoy”, menciona.

Impactada con la belleza de las montañas, cada vez que llegaba a Perú todos la reconocían como la chilena que andaba sola, que subía a los campamentos en la cumbre y observaba los coloridos paisajes que se mezclaban con los aires de la montaña.

Gina comenta que “siempre recordaba que tenía la dicha de estar allí y que era un regalo que estaba recibiendo de la naturaleza”.

Ruta Cara SO Ruta Hispano-Chilena, Alpamayo | @escala.gina

Por otro lado, Gina agradece que en cada uno de sus viajes conoció a escaladores de excelente nivel deportivo y humano. Pero, “¿cómo fueron a confiar en una chilena chiquitita que venía del último lugar del mundo?”, era lo que la atleta se repetía todo el tiempo. Un día se lo preguntó a un español, a lo que él le respondió, que “si estás aquí es porque sabes lo que estás haciendo”, confesión que impulsó y motivó a Gina a seguir alcanzando metas en el deporte de alta montaña.

El hecho de ser mujer y escaladora en aquella época le significaba un desafío aun mayor para acceder a los espacios que históricamente eran reservados para hombres. Luchar contra las barreras mentales y adentrarse a la aventura no fue fácil, pero sí posible. Gina sostiene que, a diferencia de antes, hoy en día las mujeres están más empoderadas y técnicamente mucho mejor para enfrentar lo que sea:

“Aún falta que tomemos más protagonismo y que vayamos solas o en grupo de mujeres a la alta montaña. En Chile estamos preparadas y la curiosidad es el mayor impulso para alcanzar nuestros sueños”, afirma Gina.

Gina Alvarado en la cumbre de la Placa Roja, Cajón del Maipo | @escala.gina

Reencuentro con sus amigos escaladores el pasado 24 de febrero de 2024: Leo Songers, Ignacio Morales, Gina Alvarado, Francisco Rojas y Jimmy Mora | @escala.gina

A inicios de la década de los 90’s, junto a dos amigas más subieron el Aconcagua -, una montaña ubicada en Argentina que destaca por sus 6955 m s. n. m., y es considerada como un santuario inca-, con la finalidad de limpiar residuos almacenados a los pies de la cumbre. En la oportunidad asistieron varios universitarios de distintas partes de América, quienes no tenían permitido subir a la cumbre porque la tarea principal era la recolección de basura. Junto a sus amigas se resignaron y se dedicaron a realizar la labor durante todo el trayecto, hasta que en un momento les dieron la oportunidad de subir al Aconcagua:

En aquella época no se hacían limpiezas en la naturaleza y ya teníamos la inquietud, sumado a que fue una hermosa experiencia en la montaña”, sostiene Gina.

Otro de los momentos más icónicos que ha tenido escalando, fue cuando subió el Huascarán, la montaña más alta de Perú que está a 6769 m s. n. m. y es el punto más elevado de toda la zona intertropical del mundo. Junto a un grupo de escaladores, se propusieron el desafío y llegaron con determinación. No obstante, Gina tuvo malestares estomacales que la imposibilitaron a subir, en primera instancia.

El grupo subió a las 04:00 am, y Gina tenía la inquietud de estar allí junto a ellos. Mientras observaba las luces del alba, todo dolor físico se alejaba lentamente, motivándola a proponerse otro desafío en soledad:

“Seguí las huellas del resto, pasé toda la parte de cera y hielo hasta que después de un rato los pasé y ascendimos todos juntos a la cumbre. Nadie lo podía creer, porque el Huascarán lo ha subido mucha gente, pero haberlo hecho sola me demostró que era capaz de hacer este tipo de cosas”, manifiesta la atleta.

Gina recibiendo el Cóndor por el Círculo de Periodistas a los mejores deportistas del 2002 en Andinismo | @escala.gina

Con 66 años y muchos más por delante, Gina Alvarado sigue destacando dentro del mundo de la escalada por su vasta experiencia y una vida llena de anécdotas que vivirán por siempre. Sigue entrenando y realizando clases de escalada en el Club Alemán Andino de Providencia, tocando los corazones de sus alumnos y alumnas de todas las edades, quienes la admiran profundamente.

“Tengo una amiga que siempre me pregunta: ‘Oye Gina, ¿qué hay que escribir en tu epitafio?Voy y vuelvo le digo yo, porque tengo que volver y me tengo que ir al Himalaya”, confiesa Gina, quien deja un potente mensaje de perseverancia, esfuerzo y garra, para empapar de esta energía positiva a todas las personas que alguna vez pensaron que jamás podrían lograrlo.

Gina Alvarado realizando clases de escalada | @escala.gina

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