Volando más allá de los límites: la inspiradora trayectoría de Sebastián Álvarez en el Wingsuit Flying

por Mar 31, 2024Destacados, Outdoor, Portada

En las alturas, donde la concentración y la adrenalina se convierten en compañeras inseparables, emerge Sebastián Álvarez, un intrépido deportista del wingsuit flying, una modalidad del paracaidismo. Con un traje que parece una extensión de su propia piel, esta audaz “ardilla voladora” se lanza al vacío como si el vuelo formara parte intrínseca de su ser, desafiando los límites de la imaginación humana. 

Detrás de cada salto, más allá de la majestuosidad visual de sus hazañas, se encuentra una historia de determinación y sacrificio que define al hombre detrás del traje. Criado en las costas de Reñaca, en la región de Valparaíso, Sebastián descubrió su amor por la aventura desde temprana edad. 

De niño, surfeaba con el sueño de convertirse en piloto. Sin embargo, desconocía entonces que este deseo sería un atisbo del camino que elegiría. Sebastián Álvarez no es simplemente un aficionado a los deportes extremos, sino un maestro del arte de volar sin alas. Su pasado como piloto de la Fuerza Aérea de Chile le permitió potenciar su pasión por volar y descubrir una nueva afición: el paracaidismo.

Sebastián Álvarez en su traje aéreo. Fotografía de Juan García (@juanonas).

Recuerda una de sus primeras experiencias en el paracaidismo durante su servicio en la Fuerza Aérea, una vivencia tan emocionante que transformó su vida. “En ese tipo de ejercicios de campaña, el paracaidismo es un medio de transporte para lograr una misión, pero esa parte me gustó muchísimo, sobre todo por la combinación de adrenalina y concentración”, explicó Sebastián. 

Algo cambió en él en ese momento, llevándolo a cuestionar su actual posición. Decidió abandonar su carrera como piloto para dedicarse al deporte, aunque “no fue una decisión de un segundo a otro, sino que me llevó tiempo entender por qué me gustaba tanto; se fue dando de a poco”, agregó. 

Se dedicó a viajar y disfrutar del proceso hasta que llegó a California, donde, por casualidades del destino o quizás por designio del universo, se encontró con los mejores del mundo, aquellos que lo introdujeron en esta disciplina. Fue guiado por los pioneros Jhonathan Flores y Dean Potter, a quienes recuerda con mucho cariño, pues compartieron su sabiduría con él. Lamentablemente, ambos fallecieron, pero el paracaidista los considera sus mentores.  

Fotografía de Axel Rosas (@axelrv).

En su primera experiencia con el wingsuit, después de un arduo entrenamiento, Sebastián se dio cuenta de que, gracias a su preparación en la Fuerza Aérea, poseía los conocimientos necesarios para dominar los aires. “Si uno se detiene a pensar, en realidad el wingsuit es un planeador o un avión sin motor, entonces cumple los mismos principios aerodinámicos”, reflexiona Sebastián.

Su formación en la Fuerza Aérea no solo le proporcionó una comprensión profunda en la mecánica de vuelo, sino también la técnica y la habilidad necesaria para enfrentar los desafíos extremos que el wingsuit implica. Con esta base sólida, se lanzó al cielo con confianza, convirtiendo su pasión por volar en una realidad palpable y emocionante. 

A lo largo de los años, ha perfeccionado su técnica, llevándola a lugares tan extremos como el cráter del volcán Villarrica. Se considera un fanático de los volcanes; algo en ellos le llama la atención y aspira a realizar hazañas aún más audaces, como sobrevolar estos imponentes macizos, desafiando la ferocidad de la naturaleza en su estado más salvaje. 

Sebastian Álvarez saltando desde un helicóptero. Fotografía de Jürgen Westermeyer (@whoisjurgen). 

 

Como en todo deporte extremo, a través de su valentía y pasión, el paracaidista ha enfrentado y superado los temores asociados con su peligrosa, pero gratificante búsqueda de volar. Aunque al principio valoraba las advertencias y preocupaciones de sus seres queridos, Sebastián enfatiza que nadie puede prohibir lo que a uno realmente le apasiona. Con determinación, afirma haber superado este obstáculo, lo que refleja no solo su fortaleza mental, sino también su profundo compromiso con lo que lo apasiona. 

Sebastián sostiene la creencia de que todos, tanto deportistas como personas en general, deben perseguir sus sueños. Reconoce que, aunque suene fácil en teoría, en la práctica es un camino arduo que requiere constancia. Destaca la importancia de tener un fuerte deseo de alcanzarlos, ya que los obstáculos y desafíos pueden ser significativos en el camino hacia concretarlos. Insiste en la necesidad de combinar disciplina, determinación y compromiso, asegurando que con esta fórmula no hay fuerza que pueda impedir alcanzar esos objetivos deseados. 

En el vertiginoso mundo del wingsuit flying, Sebastián Álvarez se erige como un símbolo de coraje. Desde sus inicios en el paracaidismo militar, hasta alcanzar alturas que pondrían los pelos de punta a cualquiera, su historia es un testimonio inspirador de perseverancia. A través del vuelo, ha desafiado los límites de lo posible y ha conquistado los horizontes más lejanos. Aunque el riesgo y la incertidumbre son compañeros constantes en su travesía, el deportista continúa persiguiendo su sueño con una determinación inquebrantable. 

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